Contrato de amor con mi jefe
ítu
llido
r el trabajo que siempre deseamos, es pasar cada
e en una persona indispensable dentro de la compañía, esa con la que el dueño no pueda vivir. Sé su m
problema es cuando tu jefa es una grandísima hija de puta que decidió dejarte todo su trabajo de mañana,
a quiere enterrarse en forma de
n, pero por dentro era la persona más horrenda que podía existir sobre la faz d
la espalda adolorida. En este momento siento que envejecí treinta a
sta algo de trabajo moverlos sin sentir un tirón. Si tan solo hubiera una forma d
lo h
ión de segundos. Pero no fue solo eso, por momentos sentí que ese hombre era capaz de ver a través de mí, de le
to de haber actua
ser que labure en esta empresa. Mi suerte no podía ser peor, ¿no podía haber hecho el ridículo frente a otra persona? Lo más probable es que ma
na de buenas ref
stoy segura, retumbó en todo el piso. Si alguien más s
ilagro del señor, el jefazo comentó lo sucedido, esa mujer terminó de poner los c
desgraciadamente, en esta ocasión se había equivocado; no importó cuanto aprendí del negocio
una rabia iracunda comienza crecer como un monstruo dentro de mí. No era justo; mientras yo estoy aquí, quemándome el cerebro haciendo su trabajo, esa mujer seguramente estaba en una
buscando una forma de quitarme el estrés, por lo que mi mente comenzó a mandarme señales subliminales,
os. Imágenes de Patrick proporcionándole un intenso placer que desfiguraba el rostro de mi jefa en una expresión de éxtasis desmedido. Recreé toda la anatomía del hombre; del
te mano estuvo a punto de alcanzar mi zona más íntima, de no ser que tropecé con la pata del esc
mala racha. Con un gruñido moví la silla lo suficiente para que me diera espacio para poder arrodillarme y recoger los documentos. Eran varios, así que me tomaría un par de m
biese saltado la seguridad y haya ido a asesinar a
sca proveniente del dueño de aquella estúpida sombra e inmediatamente deduje que, si se trataba de un asesino serial que iba a matarme, al menos no le permitiría burlarse de m
ba de rodillas, en el piso, con el cu
y me incorporé de inmediato, planchando la falda r
entra en la oficina y se agacha pa
ejor que puedo y me agacho
runce el ceño y empieza a leerlos detenidamente. Primero uno, después otro. Me mira a mí y luego las hojas, sonríe sarcástico y termina
a? - Pregunta divertido, pero a
ad, regañará a Johana y ella me tirará la bronca del siglo
e. - ¿Sabes exactamente para qué son todos estos docume
- respondo c
ntos importantes de la empresa y... - echa un vistazo al monitor de mi computadora, donde tengo un archi
meses,
tienes trabajan
ría mi se
nti
ante. Anteriormente pude hablarle con naturalidad porque pensaba que era un desconocido... aunque, técnicamente, lo era en ese momento. Pero aho
momento y yo solo estoy deseando que se marche para poder terminar
ece que por fin
entiendo por fin lo que ha dicho y frunzo el ceño; soy hincha del Arsenal Football Club inglés desde siempre, mi padre inculcó ese amor y a pesar de que nunca los he visto jugar en viv
aben que me gu
l me conoce desde hace unas horas, pu
o supo que le
de mi teléfono celular en el escritorio que por algún motivo, está encendido; es una fotografía donde estoy con mi mejor
car
vista y el Arsenal es un equipo famoso, pero
usta el
eño y yo solo me confundo m
ad y rápidamente caigo en cuenta d
pero viví un ti
inar sus rizos cabellos hacia atrás y presto atención a ese sutil movimiento que lo hace ver muy atra
... debo te
¿N
is manos con un sutil movimiento y dejándolo sobr
a señora
ra realizar el trabajo que estás haciendo ¿Qué jefe
lvo a preguntar, nervio
atrick,
¿N
aunque no la exteriorizo. Me resultó sumamente grac
fe, no ser
moda. Tengo por norma general no relacionarme con mis superiores y tener que tutearlo, rompe con eso.
peo para aclararme la garganta y respondo
onso,
e llamará por
, veintitrés años? - Dice y no puedo evitar ruborizarme ¿Cómo que de señora
imera
scuchado como un n