Contrato de amor con mi jefe
ítu
con
e acostumbrarme a esta nueva rutina de estar en el mismo lugar con un hombre que
que el trabajo no se le acumulara. Tampoco me dejaba trabajo extra a mí, como lo hacía mi antigua jef
dirá sin contemplaciones ni empatía. No le importa si te molesta o no... y lo peor, es que lo dice de una manera tan...
as personas. Es como si realmente fuera capaz de leer la mente de los demás, o al menos así lo intuía. Por suerte, había obtenido una víctima favorita para eso, Johana Cannel; consiguió sacarle tanta informac
enta que es alguien que odia los protocolos y no solo eso, sino que goza saltándose las reglas, cosa que en
có en la visión del marketing de Shibari Lengerie, especialmente en la reestructuración de todo el paquete promocional que teníamos. Al ser una empresa que se debía, en gran medida, a la publicidad, era idóneo que esta pudiera es
mos de la época de lCretáceo, metien
delos y nos enfocáramos a trabajar con mujeres «reales», que se adecuaran a los cánones de belleza de todas. Aplaudió la iniciativa de su padre en dedicarse a emplear modelos nóvel
que buscar ayuda psicológica después de esta primera trabajando con él. Era un show verlo aplicar sus trucos menta
ntos años, con una panza incipiente y un rostro congestionado oculto detrás de una espesa barba moteada de blanco y negro. Siempre pensé q
xcelente visión para ello, aunque no lo pareciera. Había conseguido hacerse con vallas publicitarias importantes de todo el país, quitándole lu
ran elevadísimos, a pesar de que todos sabíamos que eran principiantes. El principal requisito es que tenía que ser una representación en la Tierra de la misma Afrodita, con un cuerpo
umores de pasillo que sugerían que era un «mano suelta», un acosador que siempre decía piropos a
ck dentro de las reuniones, era Cannel, quien ya se veía completamente perdida b
ho más atractivo, especialmente cuando se hacía el payaso y contaba algún chiste
staba, c
ra de material. Los proveedores habían avisado dos meses antes que sus costos aumentarían, pero la ex Reina Regente no
ki Minaj cantando Bang-Bang. No era mi estilo de música fav
té un par de veces para buscar las facturas del mes anterior para anexarle un comparativo a Patrick en la carpeta, justo en el momento que
over you, eh eh, Just wait a minute, let me take
e Patrick apoyado en el umbral de la puerta que daba a la es
se escaparon de mis manos y los auriculare
ninja de lo sigiloso que era. No era la primera vez que me
reguntó entre risas, camina
odillándome para recoger lo
us disculpas - se burló. Rodé los ojos y me
ue veas la comparativa - dije, metiendo la últim
scritorio. Yo me quedé ahí parada, sin s
a punto de soltarle un «no es tu problema» sin darme
n - respondo
gusta más esa curvatura socarron
e J, Ariana Grande y
ipo de música - dice, dejando
directamente. «Y lo hace», le respondo en mi cabeza, pero ni
es que dejé por ahí y por allá. También me ocupo de guardar los auriculares en su pequeño estuche y de quitar el reproductor de música
al. Con ese último envión de ánimos, abro el correo electrónico y estoy a punto de escribirle
de lo que acabo de oír. Por un momento me vuelvo muda y las
a autómata, regañándome me
o de responderle, pero me interrumpe. - ¿No a
¿cómo sabe que tengo un gato de mas
son difíciles de eliminar, especialmente cuando tienes una angora consentida que se pasea y hecha en cualquier lugar de la casa. Lo observo fijament
, cada vez más acostumbrada a sus arrebatos de adivino. - Y c
as diciendo señor, apenas tengo treinta años - dice, ahora miránd
tonce
jugar conmi
i rutina cuando él está en la oficina y me encanta. Es con la única persona de la compañí
o,
atr
tono cansado, arrastrando la «a»
es, cena c
Q
QU
él ni porque me pague, es mi jefe, ¿se imaginan la que se armaría si se enteran que salí a cenar con mi jefe? Si hay algo que me gusta de mi per
mente, pero sin m
cena c
hm,
gusta llevarm
, se
grábatelo. No me gus
perturba tanto como se me hace irresistible, al punto que presiento que me va a besar... o
eno co
conmigo? Veo un atisbo de sonrisa y noto como un pequeño hoyuelo se forma e
puedo evitar sentirme deseada y eso provoca cosas en mí. Trago grueso y noto como el calor se apodera de mi cuerpo. Estoy sonrojada, lo
n par de paso hacia atrás antes de girarse completamente. Primero va
muñequitos cabezones que suele haber en los camiones. - Perfecto, me recomendaron un buen res
ran ante mis ojos, quitando de mi visió
ando las puertas metál
rme a mí misma. Deseo gritarle, pero ya no tend
dispongo a recoger mis cosas para marcharme, cuando e
ónde vives, si no estás lista a las siete y med