Catalina, una mujer diferente.
aminar ya su madre tenía una nueva relación con Eduardo, el padre de su hermano quien había nacido el mismo año que Catalina cumplió su primer año de vida, un hombre trabajador a quien ella llamaba
ía como una prisionera de sus propias decisiones. Catalina siempre creyó que la felicidad n
ños_. Se decía a sí misma Catalina. Con lo fácil que es ser feliz, bas
y esto representaba tener que salir del pueblo donde habían vivido toda su vida. Cierto día, cuando casi finalizaba el año escolar, los representantes de una excelente academia militar visitaron la escuela donde Catalina y Eduardo cursaban su bachillerato, ella a punto de egresar y su hermano repetía el tercer año, eso de los estudios no se le daba mucho a Eduardo por lo q
le decía Eduardo a su hermana como buscando su aprobación. Catalina sabía cuanto anhelaba su her
udo en la garganta; sabia que esto implicaba separarse, por mucho tiempo,
una academia militar; si acaso, con esfuerzo podrían ayudarlo a graduarse de policía y ese no era el sueño de Eduardo. La vida les estaba regalando una oportunidad de oro; así que la tomaron. En un par de semanas
na mientras ayudaba a su hermano a acomodar la vieja maleta con algunas ropas algo roídas por el cepillo y la
s! __ exclamó Eduardo mientras
as están bastante feítas.... jajaja..__ reía, mientras le quitaba
ar dinero te las repondré por unas más calidad__ Asintió Ed
la tomó las llaves de la humilde casa y se dirigía a cerrar la puerta cuando Catalina exclamó: __ yo no voy a la parada, no me gustan las despedidas__ y abrazando fuertemente a su hermano, del que nunca se había separado, le dijo al oido: __¡pórtate bien renacuajo!... recuerda que esto no es una despedida es un hasta pronto hermano. Y smismo tiempo era para ella una novedad con la que tendría que aprender a lidiar. __ No comprendo que me pasa; me hace muy feliz que Eduardo vaya tras su sueño de