La hechicera maldita
da la noche conjurando para combatir a una familia de rocs, que habían rap
a, ¿dónde ha
tomar u
su respuesta y no hizo contac
mismo. Volve
acue
el ceño, pero no
, Nimh se enco
demos ir a vis
odemos ir
illoso, según decían, pero hoy en día era bastante inhóspito para el
onadas, con esqueletos de dr
stado aqu
a explorar -d
e que no haya
cioso y tuvo que cazar hasta el último dragón sólo para fabricar armas con su
alguno pudo h
pensar q
Gwyneviere notaba cierta melancolía en Nimh, pero no qui
uando Gwyneviere salió de la cama, ella ya había s
ndose la cara, sin poder
Vamos, te estoy espe
bostezando, y se levantó lent
naron, Nimh levantó y limpió todo rápid
am
dó
aramente. Tengo mucho
a la cama -contesta G
tomó del brazo, arrastrándola. G
de practicaban siempre, y
escu
Tienes toda una vida po
es aprendiendo magia desde
ló. Nimh tenía
sión hacerlo. Las hechiceras prestamos juramento a la magia. Claro que es una formalidad y nadie está obligado
madre -contestó Ni
Templo por ejemplo y luego viajar a Emyrddrin a modo de celebración. Pero la cuestión, es que tiempo atrás, Emyrddrin era un reino repleto de
que aprender todos esos conj
. Imagina que a los doce años no eres capaz de d
tengo qu
e reinos, con orgullo y humildad, y a cuidar de tus hermanas hechiceras, y que est
ólo
nte del Templo, mientras tu
A
silencio, como sopesando lo
o Gwyneviere, tom
arició su mejilla y la besó. Nimh dejó esc
pero ahora quiero ver cómo lleva
uen rato, hasta
gías. Tengo que ir a comprar cosas a
é a recolectar
tienda de Vandrell, cuand
stás? ¿Cómo avanza
reguntas el día de hoy..
a almorzar? Mi padre estaba por reemplazarme
tu pro
e, salgam
ue poseía una gran casa con tienda incluida dentro de la Ciudadela, y Vandrell había vuelto a vivir con sus padres, porque la salud de s
sentara a la mesa y ella obedeció. Se
comida sobre la mes
¿quién ha coci
da que soy alquimista, no
nca había probado lo que cocin
ance de cocinarte -dijo
tos, pero nunca h
meremos junto
Vandrell había estado allí para presentar sus respetos, y habían llevado montones de platos diferentes, pero ella había asumido que algún criado los ha
a tienda, pero tú puede
volver
necesitas hablar o comer -agregó sonriendo-. Hubo un tiempo en el que pasábamos m
s y no teníamos respons
do, puedes relajarte un poco
o prometo nada, pero pue
ijo, y se inclinó hacia adelante par
Vandrell. Saluda
a sin prisa. Nimh la estaba es
estado? -l
ienda de
morz
Yo he comido
silla para dejar el libro-. Mejor saldré
Espera -Gwyneviere salió p
, y ella comenzó a apretar el paso para alcanzarla.
dijo, tomándola de
acia e
con
*
e había sentido especialmente mal, y había decidido quedarse con ella, a pesar de que su padre le había dicho que te
amente, y había enfermedades incurables, como la de su madre, que no tenían solución. Por lo que él y su padre preparaban los mejores el
a tienda estuvo en manos de su padr
se, pero cumplía con el tiempo determinado de ejer
ir hacia la línea de los árboles, para protegerse un poco del sol, y terminó
distinguir las figuras que se encontraban má
notó que el momento era muy íntimo y desistió a la idea de seguir, pero no pudo dejar
quedó atónito, escondido detrás de unos arbustos, sin poder dejar de mirar lo que sucedía. Había not
ntamente, comenzó a desvestirla. Allí fue cuando
n, pero aún tenía la esperanza de que así fuera. Estaba enamorado
ulos marcados, sus labios carnosos, sus tetas perfectas, ni demasiado grandes, ni pequeñas, su culo bien firme... Le gustaba que siempre había sido osada, y traviesa. Cuando eran pequeños se metían en líos, y reían mucho juntos, algo que no hacía con todo el mundo. Gwynevie
lí. Sus padres los ponían a esperar juntos y allí comenzó su amistad. Los padres de Vandrell les decían que fueran a
ente. Arrepentido por no haber confesado a tiempo lo que sentía. O mejor así, podía conservar su amistad con
*
re desvistió a Nimh, entre besos
n pasó sus manos por delante, tomando sus pechos, y besando su cuello. Apretó un pezón entre sus dedos, y con la otra mano recorrió su cuerpo, pasando pri
l agua, y ella abrió ligeramente sus piernas, pidiendo más, y apretó su firme trasero contra el cuerpo de Gwyneviere. Gwyneviere
yneviere con más rapidez, y ella entendió. Comenzó a mover sus dedos, y su otra mano bajó desde el pecho, recorriendola, hasta llegar al clítoris, y con
taron los dedos de Gwyneviere con más fuerza, y sus caderas se movieron frenéticamente. Gwyneviere aceleró el movimiento, mientr
r su núcleo mientras Gwyneviere gemía y se arqueaba de placer. Su lengua se movía entre sus pliegues y sus manos acariciaban
excitación crecía más y más. Sintió sus dedos entrando y saliendo, resbaladizos, y su lengua
mbas manos la nuca de Nimh, pidiendo más, mientras gemía, con el cuello colgando hacia atrás. Una ola de placer la
sus pechos encontrándose, retirando los cabellos de su rostro, para b
-le di
miró, sonrie
mbién