El Misterio de Adeleine
lei
iente extraña. Subo las escaleras que por años subí con el único propósito de estar aquí con ella. Abro su puerta y la habitación acomoda y vacía parece burlarse de mi dol
e ella hay una nota que acomp
irás siendo parte de mi vida. Gracias por estar conmigo cuando más te he necesitado, gracias por defenderme, acompañarme y cuidarme. Aun
se horrendo lugar. Que seas libre y encuentres tu camino. Ojalá volvamo
on el coraz
i T
llete que me recuerda que se ha ido mi una parte de mí. Regreso a la Casa Real. L
es y debajo de cada sartén u olla que encuentro. Abro las cortinas y empiezo a limpiar las ventanas más bajas, des
go por atentar contra la vida de un miembro de la Casa Real, y ahora tengo que andar por aquí haciendo lo que me piden, recibiendo tres monedas de plata un
nedas de cobre y poder comprar algo que me guste. Un dulce quizás o algo para entretenerme. Es desgastante n
y que se adapte a mis necesidades. Así puedo ayudar a mis padres y trata
ar algo, lo más probable es que consiga trabajo más rápido de dama de compañía que como asi
anotando cosas, leyendo cartas, dirigiendo desde un lugar. Tal vez trabajar en una agencia postal, con un estudio que sea sol
o a las mujeres de la noche, pero yo solo no puedo, no es para mí. Y
que se rehusaba defenderse. Tal vez estuviera en casa, o leyendo algo sobre el amor. Tal vez un libro de Ralf, o comiendo algo delicioso. Quizás ayudando a mi
alles, donde se pierde en un mar de personas juzgonas que solo te obser
esidad de irme cuando me llevaron fuera del pueblo, cuando los guardias del Alcalde me empuj
ue ella me pateo el rostro. Todavía puedo sentir mi mano en su cara, todavía
había hecho, si no fuera por las otras pajarracas que la siguen, y q
su boca furiosa. Su ceño fruncido y lagrimas rancias corrieron po
na Mith llora al lado de ella. Siento como me palpita el mentón, el ojo izquierdo me arde con fuerza,
siada fuerza. No puedo cerrar la boca bien, pero no me importa, la adrenalin
is pies. Ella solo abre sus ojos con terror, ella sabe que he llega
e de aqu
e juntan para observar más no hacer nada. Doy un paso más y uno de ellos salta sobre mí, me agarra del cuello y hace que
as, logro soltarme de su agarre y me impulso hacia adelante. Salto y extiendo mi mano hacia su rostro, mis uñas apuntando a mi cara. Pero justo cuando siento que la voy a tocar, mi brazo es quitado
. Sus ojos chocan con los míos, pero no parece reconocerme. Aunque sé que él sabe
s pajarracas. Me mira con odio, acabo de ridiculizarla, nunc
costar...-me escupe con
siquiera puedo encorvarme para cubrirme. Otra patada me da justo en el vientre y siento que se m
e consume, otra patada llega por mi espalda, no puedo intentar recuperarme cuando una más llega por mi n
...-dice
ella es parte de la realeza. Es parte del Reinado, y tocarla es un pecado, lo que le haga a los demás es culpa de ellos
van, los maldigo en mi mente o eso intento
o, te da estabilidad y todos están dispuestos a hacerlo, aunque eso impli
me erizan de solo recordar y temo que en un arranque de ira termine haciendo cosas de
uertas y las manijas. Entro a los estudios vacíos y no ocupados y quito el polvo de donde me parece que
inal de la puerta, la cierro y dejo la pequeña montaña de polvo ahí. Hago el
edo terrible el linaje de la familia real, hay miembros divididos por
Pero, yo ya tengo mucho con que cargar, así que no puedo meterme donde no me llaman, y menos en algo tan importante como eso. Digo, me gust
limpio la entrada del pasillo y lo junto con lo que te
madera oscura. Tiene extrañas formas de plantas y animales que seguro representan algo
de abajo tiene olas que sobre salen con relieve al final, solo un
la esperanza de ver algo más, pe
do la cabeza al suelo para observar que es. No distingo. Me levanto y corro hasta donde tengo m
rezando para
ablemente sea algo que se le cayo a uno de ellos. Es mejor que lo devuelv
stante. La cadena de oro con la letra "V
pido posible, no po
ba aquí. Me levanto de golpe, pero me quedo cerca de la puerta. -Es imp
uién h
lo que dice. Me alejo de la puerta, quizás que sea tan
sillas arrastrándo
peor. Recojo todas mis cosas y empiezo a correr con mi vida. Intento que mis cosas de sue
udio, pero sigo corriendo por si acaso. Cruzo a las habitaciones de servicio
dor no hay nadie, así que seguramente no salieron del
no del Alcalde. Si es su sobrino seguro es de la realeza. Aunque no lo creo, creo que la única d
rd de tierras en la Gran Ciudad o en la cercanía. Una vez en la cocina y sin Nindria cerca saco la cadena. El oro reluce co
y piedras preciosas podrá compararse contigo y
se la dio su esposa o alguien que lo ama. La guardo d
me mi traje cuando la figura alta de alguien ocup
temente no grito. ¡¿Cómo llego ahí sin hacer rui
tro aterrado. Pero se queda ahí observándome con un pequ
da de lo que digo. El
solo vine por
rostro siempre parece neutro a diferencia de ahora que termina con una pequeña inclinación de su boca. Su mandíbula marca
óm
s mesones y tomar un manzana. La ropa que lleva es extraña pero encantadora, tiene ese toque m
alón oscuro con un cinturón que se ve que solo funciona como accesorio
e sentir mi mirada. Recoge lo suyo y se dispone
etiene y me observa e
tardo más de lo que creo, hasta que al fin la siento. ¿Cómo puede perderse es
to se toca el cuello, como para verificar que sigue ahí, aunque claramente puede ver que l
engo mi mano en mi pecho. No me hizo daño, per
pio bolsillo.-¿Dónde l
el parece entender por qué. -Lo siento, se me perdió ayer,
cambio mi postura a la defensiva
ncontré eso sería como atar
es que me
, tengo aquí mucho tiempo y sé que no es del Alca
la vi en su habitación mientras andaba
o dejo de observarlo. Mete ambas
ero antes de llegar al portal me de
la mía. Me libero de su agarre y lo observo directo a los ojos, el hace mismo y un ati
po raro. -¿Se
la única razón que se me ocurre para que me detenga ti
. Sé a lo que se refiere, la cadena. Pero,
necesidad, e
continúa hablando.-Abrieron una tienda nueva en la calle pri
rece buena su oferta, pero no creo que sea muy conveniente que
as, pe
be una de sus cejas gruesas
n truco o algo? Ya intentaron engañarme
, pero no.-mis labios se transforman en una
bien.-
Mira una sola vez en mi dirección y cuando ve que ya lo estaba observando con la expresión má
l recibidor. Creo que quizás si
legar al piso superior, me observa desd
iente levemente.-De nada, te
idad. ¿Alguien con dinero preocupá
tenerlo. Su expresión se torna confundida y su boca se abre para hablar,
diosera!-exclam
suficiente como sentir tensión en toda la mandíbula. Algo que me recuerda siempr
presencia de su primo hasta que yo lo observo. El se encuentra
Se llam
ia prudente. Deja de mirarlo para hacerlo conmigo. -Te presento a Adelaida, nuestra criada.-añade. Extiende un abanic
extraño nombre que parece el de
para luego encaminarme hasta la habitación de servicios, dejánd