El Misterio de Adeleine
lei
ía o no. Pero sé sin mirar que está ahí porque mi cuerpo se siente extraño y difer
gundos, pero luego me sigue dentro. La oscuridad me empapa y esta vez sí lo observo. Se queda ahí par
a entre mis piernas y hago un nudo fuerte, los pantalones cortos entran en a
es subir hazlo. Si no, el final del callejón está allá. Puedes
spero llego hasta el techo y me detengo. Lo veo ahí parado mirándome, desde aquí
u altura lo ayuda y sus manos aterrizan sobre el borde del techo justo donde están mis botas. Me alejo rápido y veo como sus brazos lo impulsan sobre su propio peso, sus músculos se marcan a travé
de
as separaciones de algunos y tomando impulso para saltar y alcanzar otros más separados del resto. El me
ctica
ntendido que muchos hombres se postulan al ejército real. Otros solo son fuertes y realizan cosas feas y macabras. Como esa vez que un mercenario vino a asesi
ico nada m
pal brilla con fulgor, en pleno apogeo de la última noche del festival. Justo en esta parte es donde las calles que se dividen alrededor de la
por varios pueblerinos. Una serpientes larga y verde hecha de lo que parece ser tela se agita y ond
to. No espero que me r
por mucho los mejores, pe
relucen de una manera en la que no puedo explicar. Deja de observar el festival y dirige su mirada hacia mí, me atrap
ores. - suelto mient
to con telas y mantas de colores blancos y rojos se agita entre
lebra un pequeño festival en conm
taba haciendo conmigo. -¿Son
tienen mucha calidad, es una celebración d
le mucha importancia a eso. Sus ojos no pier
la calle, y empieza la otra que conecta con la calle principal. Hago mi rutina y me doblo hasta alcanzar el borde, dejo c
omo un resorte y en cuestión de segundos estoy abajo. Rui hac
a más de lo que debería. El bullicio hace que ignore eso, los pueblerinos y visitantes saltan y cantan. Polvos de colores cubren el aire, luces de tonos extraños iluminan ro
empapa el aire y sé que automát
es muchas personas esparcen un polvo dulce que puede confundirse fácil con el aroma de algo r
ente terminaría peor que ellos. Veo a Rui y este sigue su camino normal
aqueta y se asombra, pero d
que lo haya escuchado por encima de toda la
l aire empieza a acabarse en mis pulmones. Pero afortunadamente llegamos a un callejón. Me adentro dentro de él y cu
pero más tr
, un pol
me interrumpe. Tiene razón, es un alucinógeno, per
lo único
a respiración. - hace una pequeña y
ente.-No hay
a que es primera vez que lo pronuncio en vos alt
de su bolsillo. Se acerca y toma mi mano, deja la moneda en mi
y la extiendo para devolvérsela. Pero él no hace ademán de tomarla. Bien, ahora vo
hora, guíame a donde sea que lleve este camino,
vez la distancia que nos separa es corta. Unos cuantos minut
ejo ahí. El observa la fachada, p
ónde
es la definición de un hombre de alta cuna, y tiene
Real.- ap
mi entrada.- añado haciendo un gesto con
observo, la bulla de los alrededore
s pies actúan solos y empiezo mi caminata
cont
me a algún lugar en este punto de mi vida. Y antes, solo aquel crío de Mirio decía eso. Desc
nuevo e ingenuo. Una criatura inmunda que solo
presa al ver a Rui, pero no emite ningún sonido. Cruzamos la puerta
uí estás.-
catriz que lleva lo hace ver malo y fuerte, su grande cuerpo complementa su fachada. Que, pensán
icatriz jugando en los jardines infinitos de su casa. Probablem
pensarlo, pero no puedo darme el lujo de cometer esos errores. Él es alguien con un cargo, un lugar alto y arriba. Y aunqu
ntre el lado derecho de las escaleras que conduce a los dormitorios y salas. Entro a las
bitación llena de cosas que se usan en la casa, además de ten
ilidad. Subo las escaleras y empiezo a limpiar todo lo que veo, quito el polvo, sacudo cortina, tiendo camas. Recojo cosas sucias y bar
cuidado desde la entrada hasta el final, acumulo toda la suciedad que puedo. Barro el piso de la puerta de Rui, hago silencio a ver si
nte a la pala. Hago el mismo procedo dos veces más, ya que siempre se queda algo fuera. Cuando creo que es suficiente, me preparo para irme, pongo la escoba en la puerta sin mirar, para que se sostenga mientras me
lutamente nada adentro. La oscuridad p
asmada la oscuridad. ¿Cu
dos pasos hacia atrás y de entre la oscuridad la figura imponente de Rui aparece. Su cuerpo ocupa todo el marco de la puerta. Tiene
e aterrador, verdaderamente
?- mi voz sale como
de ver si hay algo distinguible, cuando de repente la habitación se ilumina por comple
n como esperando que entre. Su pregunta no suena como grose
pueda.- hago una mueca de tristeza. ¿Tristeza? ¿Po
oblema.- dice y me h
ice que estar en este lugar cerrado con él
egura de que me irá peor. Y sinceramente Señor, no quiero eso.- aprie
dice que será mejor que haga lo que me pide.
r eso, puedes entra
te eso y entro. Y adopta una expresión de alivio y suficiencia. Se cambia de l
n embargo, para complacerlo empiezo a darme la vuelta pa
. Si voy a limpiar, no se preocupe.-
ee que me
para mí, pero algo me dice que sí
n lejos de la entrada. Vuelvo al lugar, veo como su mirad
ado con la espalda recta. Empiezo por quitar el polvo de alguno
z se escucha calmada, pero
cumplir, no me pida que lo
ro no soy un
así, discúlpeme.- digo y esta vez
los míos, el contacto se me hace cómodo y tardo más
o mientras sigo mi camino espolvoreando todo. Las cosas de está habitación
nquila,
onunció aquello hizo que sintiera escalofríos por todos la
. Llego hasta donde él se encuentra, su escritorio está ordenado,
ción está ordenada pulcramente. Sacudo polvo inexistente de la cabec
mesa de noche. Giro y rebusco en todo el lugar esper
ble es que haya sido no hace mucho. No hay nada más que limpi
pero muy bien trabajada. Como si tuviera que hablar formalmente seguido, como si entrena
la habitación limpia? Recuerdo aquella vez cuando entre sin saber y
gracia? -
lo que digo. -Es solo que...le pido una disculpa p
e detiene a una distancia prudente y me observ
e los dos. -Menos mal, estaba en empezando a cr
su rostro. El aire se me escapa del cuerpo y
ce. -No habrá ninguna reprimenda por eso, Adeleine. - su rostro v
mientras observo el techo como
limpiar mi habitaci
hacen que quede completamente de lado, y solo sea un tipo extrañamente agradable. La pregunta es: ¿por qu
traño pero agradable que hay hace que me sienta como si fuera liviana, es como si pe
no quieres está bien, le pediré a
ue entro aquí en la madrugada y eso puede interrumpir con su sueño. -hago un mue
cuello. -Mientras no me asustes o des
ire del lugar, y hasta eso se siente extraño. Ambos nos quedamos en silencio durante unos segundos eternos, hast
elai
inmediatamente sé que es Iris. Volteo hast
is, debo asistirla. - recojo la escoba rápi
ella. - dice, y veo como un pequeño bu
luego. - me despido y abro la puerta
ELAI
r qué me castigan de esta manera
en su rostro. Me contagio de ella y se la devuelvo, nuestros ojos conectan y por un segundo siento que las piernas se me