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Una esposa para el, CEO

Capítulo 4 Emma

Palabras:1166    |    Actualizado en: 04/01/2023

inclinaban hacia arriba como esperando que

rimera vez deseada, me sentía hermosa como q

rio. Vivía en una pequeña casa, la cual era un bonito ambiente para cria

que, tenía el césped recién cortado y el aroma el mismo no podía faltar. Las flor

o jugando con sus propias manos. Empecé a girarla para que pudiera observar los juegos, aún era muy pequeña para introducirla en l

s juntas. La saco del cochecito y la sostuve en mi regazo. Era una niña muy inteligente, empezab

ezó acariciarme el pecho. Aquello, me dio cosquillas y empecé a reír. Ya pronto pude observar de reojo

mucho edad, más b

muy hermos

iño que anda correteando es

s años y parece que descubre un mundo nue

a caminar? -quise

ía caminar tranquilamente hasta los 2 años, la verdad es que me pareció un poco tarde y yo hací

niño muy sano y d

arlo todo el tiempo para que no se mande alguna macana. Yo soy un

ras también cerca de

n una casita -co

bien cómo indicar la dire

son bastante confusas. No sé muy bien cómo decir dónde

. Las calles No se entiend

seguido la verdad es que sí m

ra a pasear juntos, dice qu

uien que se preocupa por ti

solitas ¿verdad?

casara con Francisco, n

cipio fue ba

feliz a las dos, se nota q

diciendo, pensaba que no iba a poder sola. Pero cuando la tuve, todo en mi cambio.

y bien, y ahora tienes u

estoy sola como

momento: dame tu teléfono

ella enseguida anotó

a mi casa o a la tuya. Como quieras y si no podríamos hacer

r verdad. Me alegra haberte cono

el silencio mientras obs

egue a la casa después de caminar a unas cuadras: encendí la bañera con el agua caliente empezó a caer hasta llenar la. Después de dejar a

sto una toalla alrededor de su pequeña cabeza

ponerle su pijama junto

e vi a mí misma al espejo, suspirando. Por primera vez había conocido una

de hacerlo siempre intentaba tener la pu

mi bebé se despierta. Me gustaría tener la ayuda de alguien, cuando el

ie nunca, que me pudiera servir desayuno o decirme que me quería punto me sentía triste y sola

de un aparador. Suspiré, de un largo y sonoros Suspiro Hasta que el teléfono empezó a sonar avisando que estaba

a Fra

stabas esperando mi ll

pensé en t

dime qué has

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