Una Sumisa Para El CEO
un bolsillo en el pecho derecho. El cabello estaba atado a un moño bonito, en la parte superior de la cabeza, sin maquillaje o lápiz labi
tación, le había dicho que el momento más importante de una chica es el momento de perder la virginidad. Pero por supuesto Levi nunca había encontrado una virgen, y cuando encontró a Mel, un anhelo se apoderó del
tendría que practicar directamente con él. Eso lo excitaba, lo excitaba demasiado. Y de nuevo, ahí estaba él mir
ntó sin gracia, viendo qu
e casa. Bajó los escalones de las escaleras porque no había ascensor y finalmente salió.
evo. Sabía que tenía que comportarse y seguir sus instrucciones. O perdería la cabeza y la cogería
nmediato, se quedó callada esperando que cambiara la pregunta. Era muy incómodo hablar de ello. Sí, ella era una pobre que no tenía dinero ni para comprar un traje nu
los dientes, esa boca era muy tentadora para él solo mirar, pero no caería en la ten
o con curiosidad, ella nunca había estado allí y todo parecía muy caro. Volvió a ponerse al lado de Levi que la miraba, solo mirándola, admirando su b
ue confirmó sonriendo y fue para un lugar. - Siga ella - mandó. Mel estuvo parada dos segundos antes de empezar a caminar. La muj
dijo nada - Si no te gusta algo, llámame, por favor. - La mujer se fue, dejando a Levi y
ponerte la ropa? - Lo negó
ijo, y él comenzó a demostrar su impaciencia - Y
te, pero nunca haría nada que no quisiera. Pero me gustaría saber cómo se vería con esas cosas lujosas. - levantó un pedazo de bragas de un lado. - Quiero llegar y ver tu cuerpo esparcido en mi cama en ropa interior y
aba tener que ir a comprar cosas, y odiaba aún más tener gente sin clase mirándolo, queriendo ser comida por él. ¡Pobrecitas! Levi Santiago no comía c
r sus ganas de gritar a todo el mundo y se levantó, caminó de un lado al otro mirando
l ver ese cuerpo de espaldas. La Bund- no era tan grande, pero tenía curvas perfectas, las piernas delgadas y muslos gruesos, toda trabajada en las curvas pequeñas y delicadas. Vest
s pechos estaban guardados perfectamente en el sostén que hacía pareja con
e ha estado acercando, y ella se ha quedado parada,
imaginándola desnuda, o simplemente acostada en su cama cuando ll
almas. - Yo estoy duro, y tú excitada, puedo sentir los escalofríos - fue hablando. Mel cerró los ojos, estaba realmente estremecida,
o su mano entró en su sostén, él agarr
sin saber cómo hacerlo. Muy lentamente, ella fue haciendo lo que él le dijo, dándole más espacio para que viera sus pechos. - Es hermoso, eres totalmente maravillosa, por
briendo el seno, la miró que continuaba con la cabeza hacia atrás. L
ontigo. - Tan pronto como terminó de hablar, se tragó el pico del seno derecho, aspirando con fuerza, sacó de la b
ó de nuevo, a él le encantó. Lo hizo de nuevo y ella gi
rió de lado aún con el pico del seno en la boca. La so
ndo que la mujer se siente en el taburete dejado allí. Sin aliento. Se agachó para sostener su barbilla entre el pulgar y el resto de
ierta, jadeando sin parar
habló, y se quedó de pie
el hecho de no trabajar en la empresa Santiago, no quería decir que no se portaba como uno delante de las personas de la élite. Y en muchas noches cuando estaba casi obligado, tenía que salir de su residencia para tener que ir a fiestas aburridas que odiaba. Y
, pero él quiso ir con ella al centro comercial y traer todo lo que le gustó, en parte, ella no pedía nada, solo le o
enía. Él no dijo nada, pasó por ella ordenado que prepararan la mesa que iban a cenar. Él volvió a la
su padre, y su madre al lado, en el medio él estaba sonrie
a, solo para poner de nuevo en su lugar. - Quiero saber más sobre ti - habló cu
ucho que sabe
mano, y tu madre, ¿dónde? - Se que
antó la cabeza para mirarlo reírse de lado parpadeando dos veces sin parar. ¿Estaba real
lla actitud de él, ¿será que él mismo quería hablar sobre su familia siendo que él había dicho con
bre seductor y atractivo. Al mismo tiempo que quería mirarlo, quería correr también porque sabía que meterse con su paciencia era sacar lo peor de sí. Ade
dola allí y fue hacia el minibar dentro de su s
do. - Afirmó ir a él. Levi la miró y tocó su barbilla
ño, mojado y listo para mí, pero desafortunadamen
e sonriendo a un lado, para que ella pudi
darme más de lo que yo quiero comer. - ella bajó la cabeza dando una sonrisa. -
orprendiste y di
ra tenerte de nuevo. ¿Y sabes qué voy a hacer contigo? - tomó un sorbo sonriendo de la cara que ella hací
a a los ojos, detrás y oscuros. Él era ta
n poco la copa y cogió su cintura, acercándola a
o. Se sentó después de él tirar de la silla, y se sentó delante de ella. Ella miró en la mesa y
- gusto de sus ojos - alabó, otra vez, aquellos elogios eran gustosos de escucha
te guste? - preguntó limpi
riendo y tomó otro
deciendo. Hago lo
n molesta. Te atacaré antes de tiempo. - Se rió con gusto. Aún era nuevo ese sentimiento dentro del pecho, saber que podí
- él levantó una ceja - quiero
ero mañana,
mi hermano - habló grosero, y respiró queriendo mant
sin perder nunca la determinación. - El conductor está a
ía en su plato y se levantó también satisfecha. Salió de su casa lo más rápido que pudo y vio al conductor que dijo que