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Redes de olvido

Capítulo 2 : Sin ti

Palabras:1070    |    Actualizado en: 08/01/2023

os de m

as a Valencia

encia a Caraca

dedos. La habitación comenzó a da

su vida, comenzaron a dar vueltas delante de sus ojos, mezclándose con la voz de Ana, que le llegaba

ro vuelco. Y en esa ocasi

ina de Cassandra, dejó una humeante taza de té en la mesa d

Todo el mundo lo hacía. Ninguno de sus amigos sabía que tenía cambios de humor bruscos. Ni que se mantenía alejado de casa a prop

ó la taza, aferrándose a su calidez-. Creo que m

hasta entrada la noche. Ese era el primer momento de tranquilidad del que Cassandra podí

iempo que se apartaba la melena pelirroja por encima del hom

na mano y parpadeó para contener las lágrimas que amenazaba con derramar. No pensaba ceder al impulso. En ese momento no

estaba de acuerdo, pero tenía un millar de cosas en la cabeza que nada t

o con la suya, que des

de sobra p

lveré loca. -Se echó hacia atrás e

tiempo. No puedes tomar

-Cerró los ojos con fuerza-. Él tomaba todas

o y medio, con lo del accidente. Por supuesto que tomaba todas l

excusa para ocuparse de la economía doméstica, para encargarse de que ella nunca estuvie

a haber tenido un papel más activo porque así habría estado más preparada para lo que debía

apoyó los codos en ella antes de sujetarse la cabeza con las manos. Sabía que tenía que alejarse de esa casa todo lo posible. Llevaba meses s

lía la cabeza. Esa noche no iba a tomar el anal

puedes irte sin más. La f

na carcajada c

enas acepta que tiene un nieto. No es la clase de familia que qui

. Por favor. -Sus ojos castaños, rebosantes de p

ar, una sensación que llevaba mucho tiempo enquistándose en su interior. Que llevaba

dio un apretó

ó la taza de té, que no había probado, al fregadero-. Necesito echarme un rato.

e y le colocó las m

ya está dormido en su cama, pero podría llevá

a, donde su hijo de cuatro años estaba dormido, y después negó con la cabeza. T

uedarme con él por si se

s, Cassandra. Que no se te olvide. Si neces

se obligó a esbozar

ar el sonido de la puerta de roble al cerrarse, Cassandra se volvió y contempló la

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