Prisionera de Vlad Sarkov
. Qué tenga buenas noches amo. ¿Por qué siempre está
prepararse un té a la cocina. Uno con miel y limón siempre la relaja
excelente remedio para las hemorroides. -R
e ser descubierta por su jefe en un momento tan inapropiado como aquel. Era una conducta imperdonable y esperó que la despidiera en el acto. No le importaba tener que dormir en la calle
en el trasero de su jefe! Y de un
seguía de pie en el umbral de la puerta. Estaba descalzo y llevaba un p
paso en
trozo de vidrio. -Frotó con más fuerza el
llegaron a su lado.
intención, yo... yo estoy tan avergonzada,
as suplicar
nco. Se había agachado para limpiar de mejor m
arrodillé por u
más de faltarle el respeto a tu jef
e estaba tardando en despedirla
ir... amo. Me
para mí
sin darle la espalda era imposible. Sam recitó me
dirme por mi fa
e a la compensación económica en una demanda por in
eguía endeudarse más a cada día que pasaba. Cortó unos limones para exprimirlos. Se sobr
e hayas atrevido a engañar a mi madre para
spedirme po
iarte de una ve
los recursos públicos, llamand
injurias y calumnias, estafa
o una delincuente con un prontuario en expansión. Cogió unas cucha
estos pijamas en talla
ta. Era café claro. Ella lo llamaba su pijama d
especial, los hay
a para entregarle el té y salir de allí. La cuchara se le r
felpa. Cuando era niño dormía
de golpe, car
no soy un muñeco de felpa.
. Él la cogió del braz
das t
ada sorbo que Sam daba sentía que se le saldrían las lágrimas. El hombre no dejaba de verla con aquella intensa mirada y, aunque era t
il como parecía, su té era mejor que su café y definitivamente incomparable con el batido. La haría tomar clases para que mejorara, unas sesiones de cocina algunas veces por semana durante las tardes antes de su llegada.
ue era muy tarde y su horario laboral había acabado hace mucho. Qué idiota había sido. Se levantó feliz po
he dormir