Un amor XL para el CEO

los, pero no una cualquiera, una agencia de modelos XL, ¿Cómo no se había dado cuenta antes "XL beautiful", el n

an chicas, con curvas, nada normativas, como ella, pero a pesar de eso no se parecían en nada, lucían

oven que había sentada en la recepción

a con aspirantes, si viene para las pruebas de admis

ta levantó la mirada y la observó de forma escruta

qué es lo

l señor Evan Anders

de arriba a abajo y le regaló una sonrisa triunfante - creo que lo primero de todo será hacer algo con ese pelo - aseguró tras revis

stosa y colorida, se acercó a ella y le tocó el cabello - Está sano, pero sin brillo ni forma - Y

atención en ella y le sonrió con dulzura - vuelvo en

e ella no quería cortarse el cabello, adoraba su pelo larg

las sillas que estaban frente a un espejo - Primero el color, quiero mucha luz en este bello rostro,

bonita, de hecho ese había sido el único cumplido sobre

e cuide porque mira,

menos, con esas palabras u otras distintas, pero todas venían

lista terminó de peinarla, seguía teniendo el cabello largo, no tanto, pero a

ptible, aunque resaltaba todas sus virtudes a la perfecc

qué iban a ponerle porque estaban trabajando en ese momento con el catálogo de una conocida marc

e escote que no llegaba a ser exagerado, se ceñía a la cintura algo arrugado por el lado donde un broche lo s

estado vistiendo se quedó maravillado con lo que vió porque había fotografiado a varias chicas con esa colección de

ndadora de la agencia.- Es exactamente lo que estábamos buscando para la ca

elos, así que tendrás

e hada madrina moderna la pusiera guapa e ir a aquella cena y rechazar amablemente la propuesta del homb

realidad salgo mal en todas

ue te relajes, porque estás tensa si dejas que yo te ha

bía dejar que ese hombre la fotografiaba o debía marcharse pa

s desinhibida que la anterior, menos tensa, mucho más sonriente con ese brillo especial que no se puede aprender, se nace con ello, o se tiene o no sé tiene. El fotógrafo opinaba que era una pena que e

ecable traje negro, con corbata a juego y camisa blanca, entró observándo

día hincharle el ego para que aceptara el trabajo, ya que ella sabía a Eva no iba a g

ción a la puerta y aunque no lo había vis

que viniera a buscarla para llevarla