¿Cómo conocí a mi sugar daddy?
s? Tal vez kilómetros, pero su escape fue frustrado por ese mismo hombre del cual deseaba escapar. Era tenerlo
omer
lo que hacerlo le parecía lo más apropiado, además, había fir
le ahorraría tener que empacar nada de su casa, igual tras esos quince días podría donar esa misma ropa a una tienda de segunda mano y así im
ensaría en eso, en esos momentos, tampoco es que tuviera a alguien más a quien quisiera
arías a comprar rop
algo que pueda hacer todos los días, pero intentaré que podamos pas
y difícil esperar a terminar las dos semanas para follarla, pero era un reto personal, ella debía desear
esos ojos azules que a pesar de tener un color frío no le trans
de ser besada, era un experto en mujeres y sus deseos y aun así no lo haría, le rozó le
a consciente de que a su edad era todo un logro seguir virgen, much
pertarle, ningún interés sexual, tal vez morboso que la llevó a más
perfil en la página de Sugar y conoció a Marius quien no solo la desesperaba, también erizaba su piel con su cercanía y p
ue dijo antes de pasar una mano tras la cintura de la joven para hacerla entrar delicadamente en el ascensor, acompañando su movimiento con ese grácil, pero dominante gesto.- Por cierto no me lla
ero no ocurrió, lo único que recibió fue un beso en l
o real vino cuando recordó que antes de pedirle que no le llamara Marius él mencionó castigarla por desconfiar,
a y muy, muy obediente caminando a su lado,
e le dijera y si no que se jodiera, por frust
de quiera, deseo comer hamburguesas co
sería aún más interesante hacerla avergonzarse con gente de la alta sociedad, era divertido, pero dond
eseaba separar su vida diaria de lo que ocurriría siendo una sugar baby, no necesitaba hab
vestida con un impecable uniforme negro de chófer, ajustado a sus curvas, era una prenda muy masculina, pe
mucho, no medía más de 1,65 y era bastante delgada, incluso delicada, cualquiera que la viera se reiría ante la idea de que ella pudiera proteger a alguien,