Por siempre mía
acelerado y latiendo fuertemente en el pecho, dejando que recorriera su cuerpo como deseaba, ella lo dejaría hacer, era su novio. El
penas había nadie aquel día en la playa, se notaba que era un día laborable, la poca gente que
ás rápido, intentando saciarse solo con el roce entre sus partes cubiertas por la ropa y, aun así, era insuficiente para él,
un lado la tela del traje de baño de la chica para frotarse contra su s
erpos se hacían más palpables, más intensos, ella se dejaba guiar por él,
, además no deseaba escuchar ese tipo de advertencias,
card
el placer que el roce de sus genitales al frotarse le hicieron sentir la ayudó a relajarse y a dejarse llevar aún más, para
oré del sonido de tus gemidos antes, vuel
perder la cordura, la capacidad de controlarse a medida que sentía como ella también lo
...- repi
cción surgiera en él y en ese instante no había mayor peligro para esa
rle a esa chica una primera vez como esa en la playa, sin ninguna intimidad, ella se merecía algo mejor.- Creo que te quiero.- Murmuró contra su boca besándola mientras se
aricias, su cuerpo entero parecía arcilla en sus manos, él er
oltearla y quedará de
a para conseguir desahogarse, así que alojó su erección entre las nalgas de la chica para seguir frotándose entre estas mientras u
él, sin miedo, dejándose llevar y es que en ese momento era incapaz de par
gando en su intimidad llenándola de placer, haciendo que cada ve
l tono rosado que había tomado esa zona a medida que la lamía antes e imaginándola igual mientras insis
iendo que no quería que nadie más pudiera hacer lo que él hacía, pero
embestir contra su trasero para frotarse entre esas hermosas nalgas,
o ella se tocaba, esta vez por fin estalló, el nudo en su vientre se expandió y e
iero...
la llenaba por completo y, aun así, sintiendo
o se estremecía aún a causa de lo que acababa de experimenta
abía no lo verían si dejaba marca y mordió mientras se co