AMORES PELIGROSOS
recioso. Llegada la noche del sábado Daniel no tuvo más o
pá, ya es
arrepentirás la chica que te voy a presentar es maravillos
esa chica y su padre tenían algo especial o solo era algo momentáneo; él te
iban protegidos, no debían salir de su casa sin sus gu
cesario, traer
clan enemigo, no puedo darles ventaja, dime ¿qué sería de m
cuando llegaron al bar, fueron atendidos como reyes, Jackson, de inmediato pidió que llamaran a Christine, su chicha predilecta, no lo
a, tú como siem
halagador c
jo, quiero que des tu mejor actu
erfectamente, ¿
tarte a Christine, ¿dime, no es fasci
ú? -él, no podía creer lo q
er, el porqué de la tensión que se creó-. ¡Respóndanm
mediatamente, estaba totalmente furioso, no ent
que me estás
adre. Vaya, no me sorprende, que
abofeteó a Daniel-, en primer lugar yo no soy la p
reír, no eres má
ncias ajenas que tú conoces, yo misma te las conté, ¡qué
idiota, pero a mí no, ¿hac
iones?, y si ya terminaste tu sh
te vas hasta q
e nunca me ha tocado, ¡lo e
e la cara, esta
o habla conmigo; no hay un solo instante en el que no me diga que e
te c
dejarte solo, eso es todo. Él no se atrevería a traicionar el recuerdo de tu madre, solo me conside
que ambos hablaban y en efecto, no estaban coqueteando, es más, se veían como dos grandes a
entre ustedes, porque Chri
ero pregun
ban ustedes dos, ¿ustedes se
aro, ¿alguna vez, te
mbre que la crio?, no es su padre, el infeliz era un adicto que llego a la vida de su madre, y como ella estaba necesitada de afecto, pues soporto muchas situaciones; por fortuna su madre pudo infiltrarse en la
úpidos, así que fue en busca de ella, le pidió al mesero
l ¿Pued
ue decir ya lo hiciste márchate, no estoy
o disculparme por mi actu
n, h
, con el rabo entre las patas. Discú
mo tú, que creen que por ser lo qu
e los estúpidos, pero entiende, pe
te de mi trabajo, además estás aqu
nque al principio él trató de resistirse, no pudo contenerse
eso no puede negar, bien manos a la obra-. Deseosa de disfrutar, ese gran manjar que tenía enfrente
, él ya había sido arrastrado, su respirac
comenzó a hacer maravillas con sus labio
iendo que yo... -la forma en que estaba sie
e, Daniel le dio como recompens
, no pude
además, te dije que te iba a dar
y salir de aquella habitación, pero Daniel,
créeme, yo también tengo mis trucos-. Acto seguido; la tumbo en la cama, y aprovechan
ajestuosas que ella solo pedía más y más, esa petición hacía que Daniel
hipnotizada-. Por lo cual
par -como buen amante a aumento
on perder el control, por lo cual; apretaba fuertemente las sabanas con sus manos, m
n lo que el agua corría, Daniel era un mar de sensaciones, si bien era cierto que durante su inst
otro se lo das a mi jefe-. Ella salió de la ducha, ya no e
, no salía de su tr
. Salte, para que venga otro cliente,
ero no podemos quedar así, dime, ¿acaso lo de ahora rat
por supuesto que lo disfrute, per
diferente estando contigo, alg
a te enamoraste por un simple rato de euforia?, deja de ser ta
tomo fuertemente a Anabe
stimando!, ¿Qué quieres
nfiaste en mí y lo que yo hice fue juzgar
ácame d
pan comi
deces, no caeré a
desde este momento,
or la efervescencia de la lujuria, hace
tin