Volando sin Alas - AL BORDE 1
ando me aturdía por el estrés de el recuerdo de mi
e. Nadie era lo suficientemente importante como para hac
dor porque podía recordar mi vida en retrospectiva. De hecho, era la úni
vivo. El único que faltaba realmente, pero aquí estaba
rdo con la idea. Ellos no sufren lo que y
más que hacerme daño, me recuerdan que ahí dentro hay algo creciendo poco a poco, sufro m
dulce, sonriente. Ahora no rec
me vieran postrada en una silla de ruedas porque simplemente algo pasa en mi cabeza qu
aba muy agitado. Di un suave brinco cuando
uspiré y volví a mi
¿Q
iene en camino–
matarme con sus propias manos– dije con una pequeña sonrisa en los labio
simplemente divertido– Me alegra que te diviertas con los sustos de muerte que
pá. Soy una morib
odo, pero era lo que quedaba para que mis papás comprendieran que no duraría para siempre a su lado, y mejor que me odia
o asistente de asesino?– pregunté
uerdas?– preguntó con molestia, caminé detrás de él fuera de el salón de música– Se llama Emmet Wick y te
de forma con
una imbécil con esa gente y te comportarás como
tan ansioso por mi muerte–
esa que tiene permitido este tipo de... barbaridades, quiere trabaja
suspiro exager
a que no se le quiten las ganas de matarme–
divirtió. Hacía mucho tiempo que era mi may
pensaría que iría a relajar un poco la mente, después de todo, era el lugar más verde en toda la enorme casa. Pero no, no era necesariamente por el tranquilo paisaj
parecía estar extrañándo
de delicioso cielo a mi boca encendí el fuego que me hacía cerrar los ojos y suspirar. La verdad es que el pr
uicidas eran normales a juzgar por la cantidad de estrés que sentía. Pero también se suponía que eso solo hacía más mal que bien. Es decir, me estoy muriendo por donde mire. En cualquier momento los cuervos se acercarán a mi por lo mucho que apesto y se me prohibirá viaja
MM
necesitaba un ejército para mantenerla aseada y eso sólo me daba a pensar lo poderosa que debía de ser la mujer. Pero no juzgaba a mis pacientes, ni para bien, ni para mal. Si a
n una sonrisa que ambos imitaron. Me gusta ser quien pusiera esa chispa en los ambientes en los que carecía la f
Sin dudarlo la tomé para estrecharla, tenía
andome- Crisálida- señaló a la mujer a su lado- Llevará sus maletas a la habitación que
con disimulo de la infraestructura y además de el