Él es mi boxeador
pero del otro lado al parecer se escucha perfectamente cuando un «pase» llega a mis oídos como r
a? -pregunta una mujer con el ceño fruncido desde
as gruesas y negras, resaltando el brillo en ellos. Su pelo de color negro azabache cae por sus hombros en hondas muy definidas, de una manera que internamente en
mir lo mejor posible, brotan aún más ante ella y llegan a recorrerme por completo el cuerpo, haciendo temblar mi interior. Ya reprimí mi actitud borde unos minutos ante
erecha, sube con lentitud sus gafas por el puente de su nariz respi
er -contesto
toda la clase, a la cual, al parecer, no les importa ninguna de las palabras que
to y busco con la mirada un lugar libre. Hay
sentada junto a un ventanal gigantesco que abarca toda una pared del salón, del piso al techo. Puedo jurar que casi los escucho contener el aliento cuando mi trasero se posa en la
de las que puso sin la necesidad de un libro, pero cuando veo que no podré terminar completamente el ejercicio sin uno, se lo pido prestado a
ada a la hora de trabajar en clase. Siempre entrego a tiempo las tareas y hago bien los exámenes. Soy rápida en entender y no necesito estudiar mucho para las materias, por lo que no creo que en algún momento
s pocas que termin
or que puedo llegar a ver desde mi p
jas de los árboles, dejándolas volar por todo el perímetro hasta desaparecer en la distancia, haciendo un ruido c
osos que me miran fríos y sin emoción alguna. La mano derecha sostiene una mochila sobre su hombro y la otra la mantiene en el bolsillo de su pantalón. Es alto y fornido, hermoso y muy misterioso ant
igr
odos le dan de soslayo. La profesora lo fulmina con la mirada, seguramente por haber lleg
ran como si le
o se confundió de curso. Se me hace extraño que un chico que parece ser mucho más mayor que todos nosotros, con ese cuerpo de todo un hombre,
se con un dedo. La clase repentinamente muda absorbe sus palabras y si no fuese por estar viéndolo fijamente, podría haber notado que algunos se est
uzo de brazos ante su mirada intensa y fulminante. No me encojo ni me acobardo, me prohíbo a mí misma hacerlo porque una de las cosas que me prometí a mí
a casi hace que tiemble y
a
la que se irá serás tú. Es
es y me puse a llorar. Una hora después mis hermanos me encontraron encerrada en el baño de mujeres. Intenté con fuerza no decirles qué me sucedía. Sabía que, si se los decía, ellos habrían intentado arreglar todo como siempre lo hacían y estaba cansada de que constantemente arreglaran mis problema
to furiosa y lo encaro con todo el enojo q
no me das miedo. Ni siquiera te acerques -digo, tocándole con el dedo índice su duro pecho-. Y m
es de que sus pasos se alejen de mi lado mientras la pr
asado. Borro cada cosa sucedida hace menos de unos segundos y dejo que mi mente quede en blanco, y así que mis emociones queden
ídos con una sierra, pero que a la vez es tan seria que te dan escalofríos con tan solo oírle decir cosas con ese tono. Aun así, creo que me dormí la mayor parte de la hora, procurando que la profesora no m
e en toda la hora sentí cómo alguien quemaba mi piel con la mirada desde adelante de la clase sin remordimiento. Decidí no prestarle atención a ese escozor molesto en m
que al día siguiente iría al instituto, no me hubiese quedado viendo la televisión hasta las d
rmas, también aprovecho ese tiempo para ver todo el instituto. Es gigantesco y, tengo que admitirlo, muy bonito. No es para nada moderno y aun así se nota que está muy bien cuidado. En Wesley Chapel High School, mi anterior escuela, ubicada en Wesley
elas fueron renovadas completamente, pero que a la vez se les dejó el t
sona en persona. Noto cómo ahora todos saben que estoy con los chicos, quiero decir, algunos comentan o afirman que estoy con los dos al mismo
se equ
primero que noto de ella. Le toco el brazo con sutileza y voltea para mirarme con los ojos muy abiertos
que no muerdo, no queriendo que crea que soy
engo. Ella asiente con timidez, con los ojos más abiertos que antes y luego baja la mirada h
Su voz es casi un susurro que, si no fuera
nan? La verdad es que soy
el pasillo atestado de personas que van por el lado con
llover en pocos minutos, más o menos, y yo respiro esa brisa fresca y fría que tanto me encanta. Amo cuando llueve y más s
ezar una conversación y matar el silencio. Ella ap
a, ¿
e, much
e los gemelos? -y es allí cuando comprendo cuál es la verdadera pregunta detrás de la que me hizo. R
usta uno de
al recuperarme del ataque, para luego tomar una postura seria y hacerle ver que lo que digo es verdad, aunque
tónita, como si se lo estuviese pr
ror! ¡Son mis
us y la veo retorcer sus dedos en los bordes de sus cuadernos. No digo nada sobre ello. Parece ser común para ella andar nerviosa y definitivamente no quiero decir nada para molestarla. Finalmente, hay alguien que no es falso conmigo, y no des
risa disminuy
os dos te g
nte la mentira, no solo por su voz, la cual de repente es casi
orque te sale mal, amiga
Am
baja la mirada al suelo con tristeza y se encoje
. -su
tímida y notar que es sincera con lo que dice, no puedo evitar preguntarme por qué no tiene amigas. Bien, yo tampoco las tengo, pero hay una excusa buena del porqué no. ¿Y ell
lo seré a partir de ahora -una lenta sonrisa aparece en mis labios mi
ando en todos sus rasgos delicados causando que sus
idida a no tene
nos. Eso sí, si me dejas por uno de los dos y me entero que me u
erpo. Me sorprende la fuerza que tiene, pensaba que apenas sentiría su tacto cuando
ué. ¿Nunca l
ímida y me pongo nerviosa c
arte con eso. Aunque s
aci
Puedo vislumbrar a mis hermanos sin importar que tengan esos cascos que tapan sus rostros y, al parecer
regunta, sino una afirmaci
? -su tono sorp
quí solo ves a Sam, p
tingues? -ella se
n él todo el tiempo. No siento lo mismo cuando veo
afirma con un mov
o
o es así? -me mira y
ía en mí. No soy d
Estamos e
hica que le gusta. Nunca me verí
s de ese tipo -o eso creo, agrego internamente porque a decir verdad no la conozco
na nerd. Soy fea, uso ant
r de parecer con respecto a lo de acostarse con todas -o eso espero-. Él es muy arrogante y muy orgulloso, quiere que
lo s
n lugar que eso ayuda. Aunque te advierto que no me gusta ir de compras, pero puedo hace una ex
uelve
ría, pero quisiera a
sonreímos mutuamente y miramos a la cancha-. ¿Qué te
me vea luego del cambi
s otras chicas. Te verá por cómo eras antes del cambio y eso causará algún efecto en él. C
la
s se detienen para tomar aire y descansar. Mis hermanos caminan hacia los vestuarios, pero antes de entrar me encuentran en la
ajo y viendo a los chicos perderse en el vestuario.
trozado gracias a las pisadas fuertes de los jugadores. Me encuentro viendo a algunas personas dando vueltas al campo corriendo y ej
bellos desordenados, al tiempo en que se colocan las moch
a, c
áneamente, mirando con
o señalándolos a cada uno, ignorando el hecho de que Emma los conoce muy bien. Los mira con una sonrisa leve, casi inexistente, y le estruj
a mí. Mejor dicho, intenta esconderse a mis espaldas, pero yo s
tán hechas, es hora de que va
nos vamos a paso rápido a la cafeter
no me usará para llegar a él y luego dejarme. Odio cuando hacen eso, pero desde que la vi y supe que le gustaba Sam, me di cuenta de que no
tería se encuentra atestada de estudiantes charlatanes y gritones que llegan a ensordecer a los demás. Las risas, mejor dicho, los
gunto para que el ambiente se suavice y no
rte, fu
manita -responde Sam. Ty y él ríen,
ñana a quedarse a dormir. Servirá para conocernos mejor. ¿Qué les parece? -ello
allí lo hacen de nuevo. D
et, ¿no? -ella mira a Sam con los ojos abier
sumamente asombrada y con
vemos bailar sola. Que, por cierto, lo haces muy bien -el
mo viéndola con desaprobación y
sí que... -me susurra y yo río como si m
con la cabeza-. Bueno, pues, si llegas a hacer otra
todas las profesoras y los profesores piden que me presente, que diga de dónde soy y por qué estoy aquí. Siempre se sorprenden al escuchar que soy la hermana de los gemelos. Estoy más que segura de que las chicas, la mayoría, antes de saber que
ir de nuevo con ellos, ahora no me siento tan sola como antes. Y justo cuando me deslizo en el asiento trasero, la ansiedad me ataca y estoy casi brincando de alegría todo el trayecto al departamento al recordar
los regalos me encantarán