El Diario de Romina.
ener
da Mo
asado do
r, un nuevo instituto, una n
hecha pedazos. Dos semanas con l
un buen medicamento para el dolor de cabeza. Descubrí un
ar por las noches y ocult
la abuela, aunqu
se nos daba realmente bien, donde al menos teníamos un motivo par
tiempo en el que él
quién
en import
ueño balcón que va de la sala a la calle, con una botella de vino y una revista de los ochenta que finge leer. Sólo
ado y sé que esto no podría termi
presient
da me han enseñado a c
antengo contacto en este nuevo lugar... Bueno, ella y
rodea, es muy sarcástica, un poco grosera, es inteligente pero no alardea al respe
mo me lo d
abello negro, sus facciones finas y delicadas le
a que he convivido, y aunque no podía esperar para contar
a nueva persona,
bre es
atractivo, es la segunda vez en mi vi
diré por qu
en el instituto, bajo un viejo Sauce inclinad
me sorprende que aún cons
tambi
ae sobre la frente y casi le pasa las orejas.
era como la de él, sólo
i propia saliva cuando fu
on. El derecho resaltaba en un cálido color azul y el
omía, leí sobre eso
omalía y ese día (y desde enton
amente
co que puedo decirte de
acia arriba. Pero no sé si de la cintura hacia
pectáculo a la vist
sos tatuajes en el instituto? Luego desc
untarás, Moon, c
ó a sólo horas de
e ver un pequeño rastro de tinta salir hacia su d
Sólo que no me explicó su significado,
ro recostando su cabeza hacia atrás, luego vol
nificado. No te ray
dio por zanjada
esó con tres bot
o, cuando e
drien. Adr
un: Mi novio. Pero no lo hizo, así
o que tuviesen alguna relación que no fuese más que amistad,
auto de segunda mano, con agradable olor a limón y menta. Ella se ofreció a darme un ave
de mi chofer l
o incómodos, sólo silenciosos, de parte de ambas, claro.
en mis pensamientos e imaginar mi vida como me h
a ya se ha h
de paz y silencio
iempre suelo invitarla a pasar, le ofrezco agua o cual
, Romy -repone, sonríe, coloca
debe entrar. Cuando la vida que hubie
te, agradezco que ella sie
itara, sinceramen
vuelto largas y
d de un recuerdo doloroso y termi
pre tuya.
.
ebrero
da Mo
n más tuvo la osa
omaba una respiración profunda, relajaba mis músculos y me
i cuarto, en cuánto podría tardar en subi
na escena fatídica, pero todo s
a es
atravesé el umbral, supongo que esa
algo sucedió, algo que veía venir, algo que sabía con certeza que
ntalmente para q
tos se abrieron
Gritó mi madre y detuve en seco
Un dolor se abrió paso, con las uñas, de
que queda
los oídos y dejarme caer p
permanecer inmóvil con mis pies descalzos sob
ablé de más c
dio día. Me vi a mí misma con lágrimas en los ojos, sintiendo el
, sólo que el dolor no quemaba en la
ella. Todo siempre f
onces vet
mi cabeza, una y otra y otra ve
Al parecer y a pesar de t
-exclamó mi p
ría mi
aproximaba a toda velocidad, con las manos hechas puños y los dientes
compramos para
comenzaron a cerrarse a mi alrededor h
mbral de la cocina, mi madre tenía la vista desencajada y las mejillas rojas. Se cruzó
ron perdón en silencio, seguido de eso me
a persona en abandonarme. No podía cr
pudo lleva
ohol con ella, como si no le importara. Chocó su hombro con
in a una familia que desde
l no regresará, que tal vez ya de nada me sirva ll
ro que él
yo no l
pre tuya.