Déjame con mi orgullo
ÍTU
N
rtara con el fuerte olor de la menta. Ya, con mal humor, traté de levantarme de la cama con cuidado de no pisar el pedazo de pizza que había quedado de ayer, pero las sábanas se enredaron en mis piernas y el cabello lleno de nudos me cayó e
Y después lo poco de alegría que había ganado al estar de pie se perdió cuando intenté caminar y mi
ro aún en el suelo y la frustración de u
momentos podría catalogarse d
roblemas esta mañana era mucho más sencillo que cualquier otra solución. Desde que éramos pequeños hemos hecho eso: culparnos de cualquier cosa que pase en la ca
a -eso fue lo que le entendí, pues t
física, se podría decir que nuestra r
mi cabeza unos cuantos centímetros en dirección a mi mesita de noche, y casi me ahogo con mi propia saliva al ver que me quedaban diez minutos para llegar a tiempo a la escuel
la ropa que me había puesto ayer. No tenía mucha importancia si me la ponía, después de todo aye
mbros de manera
os y comencé a bajar las escaleras como si mi vida dependiera de ello. Solo tenía una playera
s de cruzar la puerta. Con la ropa aún en mano, busqué rápidamente un plato hondo y lo dejé en l
ía lavado los dientes hace poco. Cuando traté de relajarme, noté que solo me quedaban cinco min
ejilla-. Llámame cuando mi
llegué a mi habitación, corrí hasta mi baño y me miré en el espejo. Mi cara es
mismo tiempo que cepillaba mi cabello, pero después al estar vestida y mirarme en el espejo, noté que quizás fue una mala idea. Ignoré mi cabello de león y aproveché de pintarme un poco los ojos, solo un poco e
llamarme a esta hora? -gruñí
o de la línea-. Me fui antes porque voy a pasar a buscar a Daisy; tus panqueques están sobr
vacío, pero tuve un mal presentimiento al nota
, te q
ntes de que le cortara me
mismo momento en que salía corriendo para
que representaba su victoria inminente. Por un momento pensé que estaba haciendo eso en una clase de venganza por
ara a correr al otro lado de la acera justo cuando
que mi frustración matutina aumentara. Tomé mi mochila que estaba tirada al lado de la chimenea -se había quedado todo el fin de semana ahí- y saqué las llaves del bolsillo pequeño para poder irme sin desayunar. Cuando estuve
rma, así que si alguien se me acerca
*--
os tarde-cosa que tampoco es tan grave en mi opinión ya que nos tocaba Castellano y el profesor suele llegar m
in terminara, además, estaba quedándome dormida y mi hambre no me
taba narrando, por tercera vez, una de sus increíbles vacaciones en Perú. Mi paciencia no estaba para soportarlo por mucho más tiempo, así que le pedí
ra comer» fue mi
ño estaba al otro lado de mi dirección, pero mi meta eran las máquinas expendedoras que tenían uno de mis chocolates pre
a alimentarme, pero cuando doblé en una esquina logré notar algo azul que se interpuso en mi camino. Logré poner mis
a mirada hecha una furia, hasta qu
an desde arriba, con un
, aquel al cual ca
suerte
-dijo después de unos momentos analizá
iamente violáceo, pero no le quitaba prot
mposible. Seguí mirándolo desde el piso, lo cual no me favorecía a la hora
e... -comencé a hablar un tanto nerviosa porque qu
ombros con una sonrisa falsa-. Aprende que cuando te dicen que no,
o,
pregunté un tanto indignada-
e brazos, entre divertido y molesto-. Por tu cu
quería. -Notaba como mis meji
e los dos. Lo único que se escuchaba eran los gritos
ron a ayudar a una
spués. Me estaba comenzando a g
la tomé. Me levantó del suelo y le di una última mirada a su m
agacharte como las damas an
a. Sí, tal vez casi lo mato la otra noche pero tengo las intenciones de di
que traté de seducirte o algo así. Segundo, choqué con tú casillero y ni siquiera me pregun
ros de un tiro -me miró
baños de los chicos. La ansiedad apareció rápidamente e intenté de evitar a toda costa entrar,
ebería haberme comido las uñas cuando era pequeña, siento haberle pisado la patita al señor
ue intentar li
uriosa y con la voz algo extraña-
fuerza. Lo miré a los ojos furiosa, pero no vi n
decepción, aunque se esfu
a -dijo con media s
a evitarlo. Me tenía sujetada fuertemente y mientras más me resistía, sus manos me hacían más daño. Sentía su aliento en mi rostro, el cual e
-volví a la realidad
s de mis muñecas y la llevase a mi barbilla. Dejó
asi -dijo en
e alejaron de mi cabeza. Me quedé quieta con una muec
vampiro? ¡Peter estaba
o pervertido! -di
dome libre. Me llevé las manos al cuello de forma in
más pero no lo escuché-. Espero q
y todo se volvió m
soy una fácil?, ¿por qué me dijo bienve
upuse que esas palabras salía
ón pasé a la
. Me alejé de la pared de golpe y empecé a prepararme mentalmente para lo que haría a co
e grité mientras trataba de d
sa en sus labios. Oh... Por
su nariz morada con tanta fuerza que llegó a tamba
abeza?! -dijo agachándose un
e empezaba a hacerse presente en mis nudillos-, me vuelves a
. Sentía como sus pasos venían en mi dirección, pero poco me importó
me habían hecho un chupón..., pero había visto fotos y este era muy raro. Estaba en s
condí mi cuello con mi
ada. No sé porque me ponía así de paranoica, pero quizás
algo como eso en mi cuerpo. Me alejé un poco de ella cuando la puerta se abrió nuevamente y Rose comenzó a fingir q
sas de
reguntó una vez salió
a ceja alzada-. ¿Por qué
e? -rodó los ojos y
o-, Harrison -bufé y nuevamente m
-asentí s
que sea que cruzó por su mente. Parecía que le había dicho el mejor cotil
n? -pregunt
me interrogó rápidamente a la vez que sacaba un
mbécil -me apoyé en el lavamanos
é importancia y me acomodé la tela de forma que no se viera el chupón. Ol
o en mi hombro-, ¿nos veremos esta noche en tu
me miré al espejo. La marca no se ve
luego seguir hablando con mucha emoción. Iba a acercarme, pero pude ver como Peter se había asomado por la esquina del p
enía
primera, y seguí así hasta que conté a lo menos veinte veces intentando hacer que mi dinero entrara. Tal vez debía rendirme, pero quería mi chocolate a toda
opción solté el aire que tenía retenido. Presioné el botón y espe
a poco después de unas cuantas vec
zara a maldecir a todo pulmón. Era una chica con una coleta y podía ver claramente que sus ojos eran de u
¿Sabes que esta máquina
cartel en la esqui
e miraba con diversión y sentí que yo misma me había buscado la atención innecesaria,
cómo sacarlos-me extendió el chocolate-. Soy El
tura, pero parecía un poco
s, pero prefiero
bolsillo trasero y miró la pantalla, pa
ocolate y lee el cartel para la próxima... ¡O mejor: lee m
presurado por la salida de emergencias. Parecí
y le saqué el envoltorio al chocolate rápi
desagradable. Quizás era su verdadera personalidad y en el fondo se portó amable el viernes porque estaba
nía Matemáticas e iban a entregar los exámenes de la semana pasada. Odiaba esa asignatu
la suerte, y entré de las primeras al aula. Jasper estaba sentado al lad
onrió como siempre una
con un movimiento brusco en
. Cuando todos estuvieron sentados y callados en su lugar, nos miró uno a
hojas del libro-, hoy entregaré los exámenes que tomam
mucho porque ya lo veía venir. Me levanté lentamente, extendiendo lo más posibl
. -dijo co
os profesores por lla
tte... -le hice u
icación decente en tu hoja? -negó con la ca
sigue teniendo sentimientos
nariz, porque lo que dije fue medianamente divertido y algunas risi
e el chocol
examen-, no quiero ninguna otra mala califi
emana. La atención de todos se centró en la puerta que se estaba abriendo de forma un t
unos asuntos que atender...
pista... Peter
ncantadoras ante el capitán del equipo. Yo me tapé el rostro con mi examen y rodé los ojos. Parecí
sonaba tan molesta-, es bueno que llegu
erencia de la señorita -me señaló con la cabeza y volví a esconderme-, su
ndignada y me qui
orpresa y me apuntó
exclamó
o tratar con este mujeriego de segunda! -lo
le a esta burra apellid
ellido de frutas? De todos modos, ¿de dónde sabe
cil -
telectual no da par
ó inmedi
par en par, pero antes de que p
e podía mal interpretar, pu
una buena recomendación de mi parte; y Annabella Berries, más te vale tener buenas notas si no quieres repetir el año, ¿e
nto de baloncesto
-me miró y abrí l
e la sala de clases. Mis mejillas ardían y maldecí int
o tener que hacer con
vas a pagar... Y crée