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Cielo por tu luz

Capítulo 3 II

Palabras:1605    |    Actualizado en: 07/02/2023

omé una barra energética de la alacena y me subí al Buick. Pasé por Bárbara y nos fuimos juntos al colegio. Era un día como cualquier otro, pero había u

, Miguel me esperaba porque no le gustaba estar

Sí viste a la

¿Cómo

morena, de ojos claro

ami

o tenía sentido que se le hiciera familiar, pod

rece a la niña del scrapbo

mente, sí te

rdas cómo

nción de ella, aunque eso sí, es pes

lase nos t

qu

os toca

N

Necesit

nadie más? ¿Quién t

eso, es s

o, no tiene el cuerpo de

do después de todo este tiempo. ¿Tendría ese acento exagerado

la llamada que nunca l

e infantil como antes? De pronto una cuestión invadió mi mente y dio v

a la chica nueva. Interrogué a todos y el 50 por ciento afirmó haberla visto pero que no sabían dónde estaba ahora y que era callada, muy callada; Lu

a mi oficin

ra qu

engas. La seguí h

iendo sus instrucciones. -Escuché por ahí qu

, ¿cómo...? ¿

nterés, es por eso

quiero

as de que no mantuviera relaciones que no sean vitales y usted y sus

or

ella viene a estudiar, nada más, lo dejó bien

o se

te, Al

migos, cuando de pronto, sentí una mirada más allá de las paredes, volteé hacia todos lados pero no vi nada fuera de lo normal. Te está haciendo daño -pensé-. Lucía está lejos y aunque hubiera regresad

a la chica nuev

a? -pregunté sin

un poco gordo, que disfrutaba especialmente la compañ

¿Cómo dices

a Her

respiración y mis pensamientos no terminaban de procesar ese nombre. Lucía H

o cono

da mano. Un poco más llenita de lo que recordaba, pero hermosa a su manera; su cabello no había cambiado, solo crecido; sus ojos sí seg

a, él

rnal... ¿Te a

da del libro, sentí su miedo y también su nostalgia, pero también pude

ulpa, ¿Te

si pude sentir el impacto de un golpe contra

n s

¿De dónde me

sabes,

mucho que viví aq

damente mi ego. No podía dejar que me tratar

rdad no quería acor

. ¿En

me lla

cían? -inter

a Luz- N

. Me miró de reojo con una mirada un poco triste, como la que yo tenía exactamente en ese momento. Quise voltear pero una fuerza interior me impulsó a salir

ienes m

mosa, te quiero m

l, cualquier cosa, sabes

n, gorda,

ntendía por qué me hacía tanto daño una reacción tan simple y especialmente de una persona con la que no había tenido contacto desde hacía casi 5 años. Salí de la escuela y me despedí de Bárbara. Miguel me habló pa

ero de igual manera nos gustaba. Le gané por 15 puntos y nos despedimos para irnos a nuestras respectivas casas. Caminé de vuelta al

tás

ó la mirada e hizo un

Lu

azos y agachó la cabeza, c

espero a

dé un aventón?

r con extra

-me dolió-

ucía, mi Luz, pero ya no la misma; algo en sus ojos había cambiado, ese brillo de ternura que tanto

Lucía? ¿Ahora

-Una camioneta entró al estacionamie

na señal, nada, parecía que de verdad nunca me hubiera conocido y me estaba matando en el hígado sentir algo así. Llegué a mi casa y me subí al cuarto, encabronado de verdad. Tomé el scrapbook

n el parque en

Lu

una camisa de colores vivos y me puse unas zapatillas deportivas cómodas. Me pregunt

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