Hit me, Cupid
P
sta casa. Olvida eso, esta no era una casa, era una mansión, y era impecable. No podÃa tirar mi mochila en cualquier sitio como hacÃa en mi antiguo hogar. Aq
o hacia mÃ, con su corto cabello
má, ¿qué
re, pero su entusiasmo me ponÃa nerviosa. Mucho. El
riño. Jack se ha ol
ucrados durante más del medio año que llevan casados, pero al menos
uaves y una apariencia apenas más vÃvida, aunque todavÃa estaba impecable. Abrà la puerta y me derrum
éfono. Contenta de tener una razón p
gre se oyó desde el
¿No es un poco tarde por all� -Cons
ar después de l
, pero con un nivel alto de azúcar, era aterradora.
s cosas por a
na por la idea-. No es ni de lej
á el encantador Lord C
a r
e me está engañando y todos en ambas familias lo
or la que no me gustan la
, justo com
a persona rica
lguna vez hubiese act
uchar su inte
pasó c
va. Nada la pondrÃa en cami
s decir? -re
Por fin admites que te gusta? ¿Te pre
no exact
nta -gimió
la historia. Rhi era la única que conocÃa la identidad d
e que no le gusta o incluso sin saber quién
s, sÃ
una pausa calculada siguió hablando de manera in
do a través de su actitud despreocupada-. Ape
en sentido figurado, era cierto. Él no
untó en voz baja, como lo ha
ue está triste y enfadado. No es que vaya a saltar de alegrÃa cu
r a su pareja ideal solo para perderla un tiempo después debi
ro volver a casa. Q
ofrecà la mejor c
s
RR
sa y colapsé en un sofá en el salón prin
oyó una voz
la castaña cabeza de mi her
ar, ¿es
-gemÃ-. ¿Por qué sig
, sus ojos se abrieron
habÃa encontrado muchas veces peor que esto-. Vamos,
ada -contradije-. Pasarán d
e estremeció como si le hubiese dado un puñetazo. Él prefe
ñana no podrás ir a clase -me informó, t
e tan pronto com
nta -repliqué-. Usted, s
de ayudar
podÃa ser tan o
aré
o lo e
Tienes diez años. Creo
me desplomo. Troy me agarró del
sto que
sigues levantado? -pregunté, que
ogiéndose hombros, renunc
e y tómate un vaso, y
no iba
e fue a l
no tanto como para ser inmune a la mirada asustada en los ojos de mi hermano. Mi cabeza se hundió en mis m
dormido. Se sentó en la silla frente a mÃ, a
-pregunté, tratan
vaso-. Pero Alexa tod
á -le a
nrisa engreÃda,
Su sonrisa se desvaneció-. ¡Pero han pasad
ntaja de que todas las
e detiene
os. Tienes una ligera
, inqui
más de experi
bueno como tú. -Suspi
a ver si planeaba continuar, tenÃa los ojos
mo alguien mayor y maduro y
llo con una rara sonrisa cariñosa. ParecÃa tan inocente como solo un niño puede serlo yaciendo allÃ. ¡Y estaba triste por no ser como yo que tod
uieres ser como yo.