Entre Birras y Chelas II
Argentina
e Diego viajó de S
al
s de pasar el viaje encerrado en la transportadora. Por fin salgo por la puerta del aeropuerto para recibir el frío de mi nuevo hogar. Me siento increíblemente cansada
sas que recordamos sobre mí. Parece ser que ellos han aceptado que la Valle que viene a vivir a Mendoza es muy diferente a la que vivía en
o a algún chofer tal como me lo prometió Diego. Me dijo que, si no podía prestarme el avión para traerme de S
pata la puerta, quiere salir, supongo que está cansado de
ta⎯ en unos momentos te sacaré
rte todavía no puedo usar mi celular y no puedo comunicarme con Diego p
nta que llevo mucho tiempo ahí y se acerque a preguntarme algo. Sin embargo, pasan los minutos y nadie se
he pedido la dirección del departamento, por lo que busco en mi bolsa de mano la pequeña libreta
la maleta y yo le pido que me lleve a la dirección que está escrita. Comienza el viaje hasta el piso y no puedo evitar
tá haciendo todo el día y cómo baja un poco más por las noches. Me pregunta de dónde so
dice mientras me ve por el retrovisor⎯ es
ientras veo por la ventana ⎯ la agenda de mi
que está tan ocupado
egunda no puedo andar por la vida diciendo eso⎯empresario⎯ me limito a decir y Beni Bodoque maulla
s no lo mantengan lejos de u
tha⎯ esperemos⎯ contesto evasiva y con
cabeza me ha llegado ya que muero de hambre y sé que es mucho pedir que Diego
ce amable y regresa al taxi dejándo
por el pasillo hacia la puerta donde vive Diego, o bueno, hacia donde vivo yo ahora. Busco la pequeña llave e
vez que vine acá. Adiós Diego soltero, hola Diego esperando a Valle, dejo mis cosas sobre el pis
chile ya puede ocupar el lugar q
pi
de la ex que se encontraba en el baño. Estoy sonriendo como idiota cuando escucho la queja de mi acompañante pe
ni, si algo no te gusta le pued
ión para que el lugar se caliente, después me quito los zapatos y los calcetines, comienzo a caminar descalza por el piso sintiendo el calor y llevo mi maleta hacia la ha
ntrar siento como me quita el cansancio un poco y me da fuerzas para ir a prepararme algo de comer. Me doy una ducha rápida, me envuelvo en la toalla y salgo a la habitación, lo primero que ve
as del cuarto pero de pronto quisiera dormir así desnuda envuelta en las sábanas de lana, creo que mi piel ya
y el calor de la habitación me sofoca un poco. Volteo a ver hacia la ventana y la noche ha llegado a Mendo
uerta de la habitación y un delicioso olor a comida agita mis sentidos. Diego se encuentra en
a un beso en los labios⎯Te extrañé como loco corazón ⎯ me sus
o, supongo que el lugar favorito no va a cambiar ⎯¿Estás bien?, ¿Cómo te f
eza?⎯ le pregunto mientras acaricio s
asta en sueños, por eso cuando entré h
? ⎯contesto
sos en mi viaje y llegué tal y como lo planee, por cierto
uerpo no deseaba más ropa y el cuar
go la primera vez, mueres de c
la coma⎯ dame ⎯ me dice y me quita de los labios un pedazo y se lo come⎯entonces ¿llegaste bien?, ¿el chofer t
ocupes, ya estoy aquí. Llegué
a y... lo siento, no fue mi culpa, sa
será otro día y podremos rega
se haya atrevido a hacer algo así sobre todo que ya está advertid
m capaz de todo, per
ice bromeando y se hunde en mis la
r conmigo y yo también muero por hacerlo pero, me estoy cayendo
o recuerd
me olvida nad
e dice entre risas p