Entre Birras y Chelas II
AL
consintió demasiado y le compró un rascador alto, como de tres pisos para que ahí jugara y un ratón de juguete que no ha dejado de perseguir p
es Francisco con un paquete de dos cajas entre las manos, le abro la pu
co⎯ le digo de inmed
stá esto que le llegó hac
lón ⎯ no es pesado, así
as Fran
pla
nico consentido Beni⎯ le digo mientras él ve cómo tomo la tela, y la extendiendo. Un hermoso Jumpsuit color rojo lava, de seda se encuentra frente a mí ⎯¿Te gusta Benito?⎯ le dig
la sorpresa será bastante el
tamente transparentes ⎯Wow⎯ le digo a Beni que comienza a meterse a la caja de vestido ⎯creo que tendré que
onmigo ¿Por qué con Diego si quieres hablar
a espero no haya"pájaros en el alambre", y por entrometidas me refiero a Sam,
la puerta ⎯¡Un momento!⎯ grito y dejo los zapatos sobre la bolsa de tela y voy a la pue
parte de Diego D'A
ondo algo c
larla para el eve
arias bolsas colgando de sus hombros ⎯¿podemos pasar?⎯
Ehla, te arreglaremos e
?⎯ pregunt
a la obra, aunque no hay mucho que hacerte ¿eh?- me dice Viv mientras t
igo aún con t
ue tenemos que estar listas
combinaban perfecto con el jumpsuit color rojo lava, todo me quedaba a la perfecci
dice Viv mientras me arregla de nuevo el escot
o tan irrecono
re, un hombre alto y de buen semblante entra al depa
tardes⎯
tira al pasillo. Quiero suponer que era él quien m
esde su nueva torre ⎯¿Cómo me veo?⎯ le pregunto y él maulla para después darse la vuelta y darme la espalda.
al evento de mi vida y presentarme ante miles de personas, que si todo va como sospecho, supongo que eso pasará
canta este color
va mu
nfieso. Sé que posiblemente aún no lo conozca del todo pero has
, todo sa
arruino?⎯
vendrá y me dirá que fue
negro, camisa blanca y corbara negra se encuentra esperándome afuera, al verme sonríe y con eso hace que todo el mundo brille alreded
o ahora guiada por él ⎯Te ves... sin palabras
s aceptable⎯ le
endo las encontraré - Diego, me besa en el cuello, supongo que necesita respirar
os juntos⎯ y beso su mentón
os tenemos que llegar temprano pa
de acomodarme y que todos estamos dent
del aeropuerto, la señorita Sam
es Gerard⎯ le d
rte acá en Mendoza, sé que no querrás pero
molestarte much
siento un poco importante, en San Diego nadie me decía señora,
ir dónde vamos?⎯
tante, donde podremos divertirnos y también, pos
guien internacionalmente fam
– Posiblemente si haya alguien que conozc
mis platos - y Diego sonríe de inmediato, al escuchar lo mismo
jer más genial del mundo
nte de nosotros, una alfombra roja, que yo sólo había visto por la televisión, reporteros pidiendo fotos. Los nervios invaden mi cuerpo y de pron
ipio, pero después te pro
mientras veo que alguien se ac
s vean tu sonrisa Valle Sandoval
un momento así. Salimos del auto y Diego me da la mano para ayudarme a bajar, los gritos cuando llega sobrepasan a las voces de los reporteros que
oy haciendo, sigo a Diego tomada de la mano y por primera vez en todo