Contrato de Amor
ubicación no se podían adquirir sólo uno o dos asientos, sino que debía de comprar todo el palco; aunque luego se sintió aliviada, pues así podría disfrutar de la obra en paz,
pendida en el aire, yendo y viniendo en todo el público, pasando entre las cuerdas de los violines, las páginas de las partituras y las miradas concentradas. Tomaron asiento en dos butacas dejando libres otros cuatro lugares más. El muchac
? -le preguntó Victoria. Dani
eo que me equivoqué -le mencionó, regresando su atención
estigar un poco de arte y cultura para que puedas disfrutar de la experiencia en su máximo potencial. Empezamos con un plato fuerte: la ópera. Pero luego descubrirás la d
aba de hablar del placer que uno siente al comer una comida rica, pues dudo que haya probado, verdaderamente, un plato casero hecho con amor... el amor de una mamá. Un buen plato de guiso de lentejas, de esos que te reconfortan el alma cuando vie
ia, ya que todos estaban muy ocupados todo el tiempo, y no iban a perder las pocas horas que tenían disponibles en ir al mercado a comprar para
Daniel. Victoria asintió-. El hombre que la
respo
la engañó -adivinó. Victoria asintió en silenc
o lo
hubiese roba
Victoria se esc
eso fue l
anto que
rviosismo-. No tenía idea de que iba a encontrármelo aquí -añadió-. A Enriqu
e está acá con
llame
un hombre casado cuando la conoció? Debió de ponerle un f
ue empezaron a verse. Y a juzgar por el rostro que tenía cuando los descubrí haci
stuvieron cogiendo en la cama que compar
dar rencor no me hacía bien, sólo me provocaba más y más tristeza y depres
ento pasión por el trabajo, pero si hay algo de lo que me enorgullezco es de jamás haberle metido los cuernos a ninguna de mis novias. Soy fiel hasta las últimas consecuencias, no toler
rector», pensó mientras observaba como el director de la orquesta ingresaba y tod
o en medio de la apertura de la ópera-. Luego d
iel -le siseó Victoria-. Y ahora,
stas ingresaban al escenario y empezaban a rec
mas en algunas escenas y disfrutaba de otras con una sonrisa en la cara. Para cuando las luces se encendieron nuevamente
a terminó
entre un acto y otro -le enseñó-. Es como
e están yendo
a fumar, o
falta ir a
bien, gracias
s podemo
ctoria, girándose hacia él y dirigiéndole una mirada fer
teme, así yo p
ejando de lado detalles vergonzosos como la falta de intimidad y la situac
iel. No hay nada en este mundo que lo pueda justifi
e vas a decir que so
me voy a casar una sola vez en la vid
una mujer que tiene una hija de casi dieciséi
í que guardaron silencio y se dedicaron a disfrutar del e
usos, Victoria se puso de pie y abandonó el palco. Daniel tomó el disimulado a
-la llamó-
dije que me tratés de usted! ¡No soy Victoria, ni Vicky, ni
acer mi trabajo y no me deje solo! -le gr
a tu casa -masculló la mujer-. Ya suficiente tuve de tus p
Supongo que le gustaría coment
ron que disimular la situación, pero entre medio del público destacó una mujer por lo revelador de su atuendo s
ose de la mano de su pareja-. Pensé
ólo logró torcer la car
aleria. Victoria, se irguió y le dedic
Victoria con elegancia-. En mi opinión, el tempo de la orquesta estuvo un tanto presttissimo para
ente sin entender palabra de lo que d
, podrían utilizar el tempo en comer con
ptó Daniel. Victoria le dedicó una
tenemos que ir a otr
ue tengamos nada en nue
s en esa palabra-. Tenemos
rente sonriendo-. Descuidá, me acaba de mandar un mensaje Martí
artín? -le pr
stente. Lourdes también, au
es vamos, yo invito. Íba
toria, pero la mujer se la retiró con brusquedad, aunque el muchacho se la tomó firmemente y enlazó su
onmigo -le gruñó Victoria-. Mañana m
va a opinar lo contrario -su
-
ayuda a
ectivo hacia una mujer, catalogándola de "fácil";