Amores imposibles
los extraños mientras aprieto el vaso de café con mi nombre, hoy cumplo dos años de casada, me casé a los veintiséis años, mi esposo ten
lda lápiz negra, mis tacones de quince centÃmetros y mi blusa de seda azul pastel que cubre bien mis
al rojo intenso está intacto aún después de los apasionados besos que me di c
bueno, ¿para qué ser modesta? Es cochinamente millonario, está muy bueno, es joven y encantador, es un semental en l
nrió y le guiño un ojo, ella sabe por qué ando tan de buen humor y me dedic
ada hoy a partir de las dos de la tarde? -pregunto mientras
ó la campaña para Seven, los docum
aen algunas gotas de lluvia, la mañana de pronto se ha puesto gris con una
oy, la vista es sobrecogedora, abajo la ciudad con edificios, autopistas, gente ajetreada yendo de un
cándome de mi estado contemplativo, me giro a verla
o arruine mis planes, ¿
glé para que te reciban en esa famosa y exclusiva tiend
as llamo a la
ina hasta su escritorio
familia, pero no tiene esos detalles románticos que yo si adoro, asà que me tomo la tarea de hacerlos por él, es algo que le gusta que
risterÃa, ¿en qu
mo de veinticuatro rosas rojas «Una po
arte d
dio F
argo del se
ncha porque pienso que por primera vez mi marido ha ordenado las rosas él m
rte del se
doce rosas, ¿quiere sumar doce má
ciono
está bie
cambiará la
ndome el labio inferior para no reÃr com
o las de anoche, te
noches como las de anoche», trato de convencerme de que es un error, no puede ser mi Claudio, anoche no estuvimos juntos, ll
ona a la que se le va a llevar el ramo ¿Puede repetir la dirección? -pregun
gura es Edificio Ferrara, C
ra q
al otro lado
r Ferrara. Es el encargado de recogerlas, y p
is ojos sin control, in
te del señor Ferrara, me ha pedi
extra de un dólar y medio por incremento en nuestros servicios
pues mantener esa conversación con esa mujer era lo único qu
ás, nunca las compró para mà y además, en el mismo sitio que yo me las compro con su tarjeta
amorÃo. ¿C
, ¿con quién se acuesta? Niego una y otra vez, siento que voy a colapsar; sin embargo, me pongo de pi
-pregunta
de siempre las compro yo -digo mientras me llev
si no compre
icara. ¿Por qué di
dedicatoria que no corresponde a alg
os ojos y se
alguien que estuvo ayer con él de vi
ucho, es un hombre muy importante y vive ocupado, dejo de verl
escucho a lo lejos, cierro los ojos y siento que lo único que quiero es morirme. Duele mucho. Mi
o bebas el café, al
te, estoy en mi oficina, soy una de las gerentes de proyecto de la agencia, recién a
jefa, no deberÃa estar haciendo esto. Lo siento, me iré
eres un ser humano, estas cosas pue
a nadie po
anq
maquillaje que he usado es de muy buena calidad, pues no se nota nada que he llorado. Ignoro la ad
umecido y el pecho me duele de una manera que nunca antes sentÃ, me subo a mi carro de prisa y me pongo en marcha, compruebo que ya debe estar en camino el r