El rey Alfa me desea.
go más que un bonito adorno y me ha estado entrenando
s? - Pregun
oplo de tristeza. - Mi tío Cha
as habilidades si te enseñó todo l
visita. La Casa de la manada es
lgunas técnicas y yo en cambio le enseñé unas propias. Supe, por lo rumores que circulaban entre
palacio en el que vivía actualmente. Se suponía que estaba construido para que pudieran vivir cerca de 700 lobos, pero yo sentía que en realidad v
en donde se realizaba año con año el Gran baile y me ind
enario y se supone que si uno de los lobos la reconocía como suya, tenía que pasar al escenario y declararlo. Luego serían llevados a una de las múltiples "cámaras de emparejamientos" en don
ue de hecho encontrara a mi pareja hoy y no estaba segura
y estoy segura de que puedes atrasar el momento un poco más. También podrías decirle simplemente que te gustaría conocerlo mejo
daba que mi compañero se revelara hoy. Por eso mi confianza d
a un buen espécimen de macho: Alto, musculoso, bien parecido y con unos hermosos ojos verdes. Las lobas solo veían su exterior; yo lo conocía un poco más y sabí
u mera presencia .- Daremos comienzo en pocos minutos a nuestro baile anual. Por favor, le pido a todos los presentes que si llegan a encontrar a su p
a cercana a la Luna. - Dijo la loba delante de mí en voz baja hablando con la sig
que nadie notó. - Recuerda que el Rey sigue sin pareja, así como también el príncipe, la mano de
nte semejante discurso de amor y fideli
todas las chicas en edad de emparejamiento que
gar detrás del escenario. Pude sentir algunos ojos en mi cuando caminé desinteresada y sin el paso - pausa pero los ignoré y seguí adelante ta
esde los 18 hasta los veintiocho años, más o menos. Yo me puse hast
del Noble Kadel y de su pareja Diana. Sus mejores habilid
or la Luna Isabella de menos de dos minutos. Luego si alguno de los lobos solteros presentes la
solo significaba que el Rey acababa de llegar. Vaya, ni siquiera había notado que no estaba entre noso
unos días adornaban su cara; su cuerpo estaba metido en un traje blanco con adornos dorados hecho a la medida que abrazab
a loba mientras su hijo tomaba asiento justo en frente del escenari
el Gran Salón como si fuera el dueño y luego se sentó a lado del Rey. Yo los miré un poco conmocionada al darme cuenta de que era el príncipe. ¿Cómo lo supe? Pu
pero como no creí que fuera yo la loba a la que le dirigía la mirada, desvié mis ojos y di otro bostezo. Interesante descubrimiento, pero no lo suficiente c
con toda la desfachatez del mundo en la pared y cerré los ojos. Era consciente de mi entorno pero simplemente no
suficiente para caminar al frente y mirar a mi alrededor. Filas y filas de lobos solteros me m
s Lily
una voz entre
s devolviéndome la mirada. Esto de por si era inquietante, pero lo verdaderamente perturbad
r parte de las lobas que no habían encontrado a su
nte mientras se acercaba. - ¿Es la señorita Lily apta para s
os de mami y que no puedan tomar sus propias decisio
a odiaba mi culo más de lo que odiaba tenerme en sus clases debido a mis constantes faltas, mi cero habilidad para
pas por los ojos. Maldito, no pudo tomar 15 segundos p
necesarias para tomar el puesto. - Dijo sin dudar Luna Isabe
n vista de que ya he encontrado a mi pareja destinada y que no está a la altura, supongo
e indignación
irada de desprecio en mi dirección y luego miró hacia las lob
en posición defensiva y con su sonrisa más encantado
lteza. Mi nomb
una loba muy atractiva, de carácter dulce, tiene una hermosa vo
ección a Elizabeth. ¿Ca
interrumpió mi
ejarla de su verdadera pareja. Tiene la opción de esperar a su co
or el bien del reino, yo lo serviré como crea conveniente. -
onces como mi
mis compañeras me siguieron en mi camino a la salida. No pude evitar volver a bostezar. Bueno, ya tenía resuelto el asunto de mi pareja y al ser técnicament
e lo decía a mi así que solo seguí caminando hasta que una mano me t
os solteros, pude escuchar varios b
¿Qué más le faltaba al idiota por decir...? Oh, mier
ismo; no es como si no pudieran comenza
una ceja y yo le devolví el gesto. Ni siquiera se tomó la molestia de averiguar mi apellido y yo n
escuchó en el silencio del Gran Salón, p
que se aclarara la garganta y
Madsen como mi compañera y
que conllevaba el lazo del desti
a la cara sorprendida del idiota y volví a bajar del escenario con
ción siguieron mi camino. Llegué a la gran puerta,