La Corporación
ue todos los hombres peque?os, y grandes, ricos, y pobres, libres, y esclavos tengan una marca o sello en su mano derecha, o en sus frentes: Y que ninguno pueda comprar o
as del nombre de un hombre: y el número de
psis 13
ra de su suegra. Y los enemigos del hombre serán las personas de su misma casa. Quien ama al padre o a la madre más que a mí, no merece ser mío: y quien ama al hijo y a la hija más que a mí, tamp
San Mateo, cap
-
lo normal es la esclavitud. Uno no se rebela ante lo que es "normal", lo normal es la regla, lo único. No hay nada más allá de los límites de lo normal. Más que la soledad, el ostracismo, y la muerte.
solo ficción, O
bre tus
-
GR
le guste que lo hagamos, por alguna razón le temen a nuestros pensamientos, les aterra que lo hagamos, y hacen lo que sea para evitarlo. Siento q
so termine. Cosa que pasará en cualquier momento. No es legal lo que estoy planeando, pues, es una afrenta a la corporación, pero debo intentarlo, o si no explotaré. Porque ya no puedo acallar las voces que se apoderan de mi cabeza. El lugar de trabajo para m
le escupo mi saliva. A veces pienso que la odio, que la detesto, mi cabeza se calienta y no puedo respirar. Odio el ver c
lguien más. Esta voz, en algunas oportunidades me habla suave, pero otras veces es violenta y me pide que actúe, que haga algo. Que mate a Lucy, que destruya la pantalla, me pide que violente el logo de la corporación; aquel ojo rojo brillante que me vigila a cada instante, aquel ojo con la C en el medio, que zumba cerca de mis oídos, aquel ojo que atraviesa mi ser
otra vida, otra forma, otro mundo, otra rutina. ?Esta es mi vida! Lo normal, lo único. Sin esta vida, no sabría qué hacer, no sabría qué hacer conmigo misma, me senti
. Lucy no se dará cuenta, al fin y al cabo, ella no es más que una computadora. ?Sí! creo que la puedo enga?
? - Me preguntó tan pronto se a
ojos muertos tratando de huir de
qué no me miras?
Repliqué? - Se le dije, ?Lo pens
espera mucho de ti, Ainoa. Tú eres importante, eres una parte de un todo. Si un
puse un pie fuera del sarcófago, siempre con mi vista al frente, mirando al logo que yace enfren
nas tan lento?
uiero chocar y da?ar alguna maqu
unidades vivas de carbono, ya han empezado a llenar las bolsas con el líquido
utadora! ?Lo p
Ainoa! -
ntonces, está funcionando. ?Puedo ofen
undos! – Me gritó de
uido vital, no diré una sola palabra, así Lucy pensará que todo está normal. De ahora en adelante, no import
– Me dijo con condescendencia a
ada. El líquido vital sale por los tubos que están enfrente de mi escritorio, y yo, con
de ti... sigue trabajando así, y hoy tendrás un vaso de agua extra como pago, y tal vez 10 minutos más de sue?o. – Me dijo rozagan
uedo pensar solo en mí y dejar de lado la misión y visión de la empresa. Ahora puedo especular en una vida fuera de la corporación, puedo imaginarme dejando de lado estas estúpidas bolsitas con
la misión de la empre
ecirle algo o si no va a darse cuenta que estoy pensando..
inua, ??C
externos e internos. Ser cada vez más competitivos para así satisfacer todas las necesidades de nuestros clientes... - ?Clientes! ?Quiénes so
ntes"... ?Has olvidado la misión d
y pensando, definitivamen
a. Ya tú sabes que pensar es un acto de
í bien, ya te dije, por eso
e otra vez. Pues no puedo perm
defraudarte a ti, a la corp
rado a las otras unidades, no reportaré esta fal
que nunca jamás, olvidare de nue