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matutino comenzaba a cobrar vida. Los comerciantes montaban sus puestos, los niños corrían riendo camino a la escuela, y los vecinos se
a. La ciudad de la que provenía, con su ruido y velocidad incesante, había resultado ser un lugar incompatible con el proceso creativo qu
o "El Rincón de los Sueños". Este lugar había sido uno de sus descubrimientos más preciados desde que llegó. Decorado con muebles de madera antigua,
isa que podía iluminar la habitación. Carmen había acogido a Ana como si fuera una hija perdida y le había pr
mpre?" preguntó Carmen de
n esta mañana. Necesito energía para escribir", resp
ó a garabatear ideas. Había algo en ese lugar que le permitía desbloquear su mente y dejar que las palabras fluyeran como un río caudaloso. La histor
n la cafetería. Llevaba un abrigo largo y una bufanda que ocultaba parcialmente su rostro. No era alguien
los Sueños. ¿Qué puedo ofrecerte?
", respondió el hombre co
ncia que parecía sacado de uno de sus propios relatos. Al recibir su café, el hombre se di
a habitual?" preguntó, señalando el
iente", respondió Ana, intentando sonar desp
o", se presentó, e
estrechaba su mano. Había algo en su mirada
preguntó Marco, señ
y trabajando en una
nsportar a otros mundos, ¿no es así?" comentó Marco,
contrar esa inspiración", dijo Ana, sintiendo que
como resultó ser, era un viajero y fotógrafo que había recorrido el mundo capturando paisajes y momentos únicos. Sus
emente. "Ana, he estado pensando... Me preguntaba si te gustaría acompañarme en uno de
a idea de viajar, de ver nuevos horizontes y descubrir historias en rincones desconocidos, era tenta
as nevadas hasta playas doradas, y encontró inspiración en cada paso del camino. Su novela, que antes p
o. Aprendió a dejarse llevar por el momento, a abrazar la incertidumbre y a encontrar belleza en lo inesperado. A través de lo
la culminación de su historia ficticia, sino también la crónica de su propio viaje de autodescubrimi
ías algo especial desde el moment