Login to MoboReader
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Hey Karrie
4.7
calificaciones
2K
Vistas
14
Capítulo

Karrie es una chica de un temperamento digamos un tanto complicado, conoce a Seth quien es diferente a quienes ha conocido y este le muestra que la vida no es tan cruel como ella cree. Estos emprenden un viaje un tanto transformador como cómico, cambiando por completo los ideales de Karrie. Así como hay personas que vienen a destrozar, Dios envía a otros para enmendar lo destruido.

Capítulo 1 Capitulo 1

¡Hola! Les habla Karrie, su hermosa chica llena de amor para ustedes, empecé a escribir este libro porque quería dar a conocer mi historia al mundo ¿Por qué no? Es algo muy cool. Mostraré mi vida desde una perspectiva muy divertida de como llegue a convertirme en una chica cristiana. La risa es la mejor medicina ¡ven sanate y conoce mi historia! Empezaré por lo que es obvio, desde el principio, jeje.

.

.

.

Presente.

Mi último año... Ultima sentencia.

Me levanto con los pies bien izquierdos y mi cabello pegado a la cara por la baba. ¿Es que acaso no me puedo levantar normal? Mi pijama de peppa está hecho un asco. Ah, recuerdo que anoche me quede bebiendo con los chicos en la esquina y llegue a las 4am cargada en brazos de mi papá y creo que uff, vomité.

Olí mi pijama, si, era vómito.

Que asqueroso, prometo ya no más beber así. O mejor beber solo un Gin-tonic por día. Aun así, prometido. Ubiqué la puerta de la habitación, aun siento mi cabeza como un martillo, la temperatura aquí es una maravilla, siento la brisa fría recorrer mi cara. Pero me siento con nauseas, demasiado.

-¡Papá! ¿Hay cereal? -Dije al ir para la cocina. Ubico varios alimentos y hey, encontré un pudin. Que suerte.

-Se dice buenos días y apestas monstruito -Río a carcajadas -Eso te pasa por beberte 6 botellas de cerveza. Ah era cerveza, pensé que era gin-tonic.

-Cállate y dame una aspirina -Bufé, él es mi papá-padrastro Marcus Mulligan, de ascendencia Holandesa. Yo no sé quién es mi padre y bueno, Tampoco no sé dónde se encuentra la señora que me dio a luz y ni me interesa. Hice lo mejor al irme con Marcus.

Me paso la aspirina y me la tome de golpe con el agua fría. Comí un poco más de ese pudin delicioso, aunque a mi estomago no le agrado.

-Bien, allí tienes cereal, tus hojas de marihuana medicinales y tu mochila lista, me iré a trabajar cielo, ¿qué más quieres? -Dijo agarrando su maleta de trabajo. Lo malo de estar con él es que básicamente no está mucho en casa, por eso ni yo tampoco estoy mucho aquí.

-Que vuelvas bien y te amo -Dije abrazándolo.

-Yo también te amo, pero hueles terrible, vete a la escuela se te hace tarde -Se río a carcajadas. De verdad amo mucho a Marcus, es el padre que siempre quise. Salió de la casa hacia su trabajo como abogado en una de las cortes de la ciudad. Enciendo mi Spotify dejando que la música del bombo-delicioso de mi Ed Sheeran inunde mis oídos.

//

Camino entre todos los estudiantes zombis a la primera hora de la mañana, que estúpidos todos se ven. La típica bienvenida, la típica presentación. ¿Porque todo tiene que ser lo mismo? ¿No puede ser algo más variado? Bah, sin embargo, nada cambiará. El reloj marca las 11am en media hora van a despachar. Pero, sin embargo, estoy viendo las cagadas presentaciones. Por favor meteorito, ¡porque no mejor dejaste a los dinosaurios vivos! ¡Tenías que matarnos a nosotros! Cuando todo no parece ser más aburrido de la cuenta, entra a clases una persona nueva. Se nota porque conozco a cada persona aquí y bueno, este espécimen llego tarde, no tiene pinta de nerd. Un chico escuálido, moreno, bien flaco y con cabello rizado entro al salón. Parece un palillo de dientes. El profesor le pide que se quede ahí y como soy la última de la fila me pide que me presente.

Ahora es mi turno, me toca decir quién soy, otra vez. Bien, aquí voy.

-¡Hola! Soy Karrie Marie Mulligan, tratadme bien y soy su mansa paloma, tratadme mal y conocerán lo hermosa que soy, váyanse a la mierda todos. -Dije sarcástica. Más todos me miraban raro. -¿Que miran, bichos raros? -Les reclame, más ellos se quedaron quietos. El profesor solo me miro, ya está acostumbrado a mis hermosas presentaciones. Le toca el turno a palillo de dientes. Ahora ya no soy la última, sino el. Gracias destino.

-Buenos días, soy Seth, espero que este año escolar entre con buenas bendiciones, Dios nos ama tal cual somos, igual a ti Karrie, él te ama mucho -Sonrió.

¿Que?

¡Está loco o que le pasa! ¡no me mencionen a ese señor!

Seguir leyendo

Otros libros de MulliganFP

Ver más

Quizás también le guste

Matrimonio relámpago

Matrimonio relámpago

Romance

5.0

Rhonda era una chica que amaba demaisado. Después de que su novio de varios años perdiera su trabajo, ella no dudó en apoyarlo económicamente. Incluso lo mimó, para que no se sintiera deprimido. ¿Y qué hizo él para devolverle el favor? ¡Engañó a Rhonda con su mejor amiga! Ella estaba tan devastada. Para hacer que su ex infiel pague, aprovechó la oportunidad para casarse con un hombre que nunca ha conocido. Eliam, su esposo, era un hombre tradicional. Él le dijo que él sería responsable de todas las facturas de la casa y que ella no tendría que preocuparse por nada. Rhonda se rio de él y concluyó que era uno de esos hombres a los que les gusta presumir de su habilidad. Pensó que su vida de casada sería un infierno. Al contrario, Eliam resultó ser un esposo cariñoso, comprensivo y hasta un poco pegajoso. Él la animó a ascender en la escala profesional. Además, la ayudaba con las tareas del hogar y le daba carta blanca para decorar su hogar. No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a apoyarse mutuamente como un verdadero equipo. Eliam sabía cómo resolver los problemas de la vida. Nunca dejaba de acudir en ayuda de Rhonda cada vez que ella estaba en un aprieto. A primera vista, parecía un hombre común, por lo que Rhonda no pudo evitar preguntarle cómo podía poseer tantos conocimientos acerca de diferentes áreas. Pero Eliam siempre ha logrado esquivar esta pregunta. En un abrir y cerrar de ojos, Rhonda alcanzó la cima de su carrera gracias a la ayuda de su esposo. La vida les iba bien hasta que un día, Rhonda encontró una revista de negocios global. ¡El hombre de la portada se parecía exactamente a su marido! ¡Qué significaba eso! ¿Eran gemelos? ¿O le estaba ocultando un gran secreto todo este tiempo?

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro