Como un pensamiento establecido, puede ser tan diferente a lo que uno necesita.
Recostada en el pasto, mirando al cielo. Sin darme cuenta vuelvo a ese momento donde tomaba fotos a el atardecer y fantasíaba con vivir en un campo tan verde y fresco al punto de volverme una con la naturaleza.
Pero mi realidad era más que diferente.
Una crisis existencial me pone entre la espada y la pared en ese momento. Sobre lo que anhelo en mi corazón y lo que en realidad podría obtener.
Tanto temores de contar lo que pasa dentro mío me llevan al punto de aceptar lo que otros pretenden en mi.
Permiti que mis padres piensen de mi lo que ellos quisieron. Y yo sin reconocer siempre di lo que ellos querían.
Como una persona puede estar tan dormida en su propia vida y no darse cuenta que se está perdiendo?
Parece extraño, pero en realidad pasa.
Ignorando tantos aspectos podemos pensar que solo es un momento y ya va a pasar.
Pero ese momento que para nosotros termina,está marcando el paso hacia un nuevo camino que luego es difícil borrar.
Esa crisis existencial en mi vida. Comienza justo cuando veo esos ojos por primera vez.
Con la llegada a mis 13 años, llegó a una etapa donde todo se ve con otros ojos. Me encuentro cona realidad de qué estoy convirtiéndome en mujer. Paso a paso, entro en un camino que ya no tiene vuelta a atrás. Un camino invenitable como lo es el primer periodo.
Ese inevitable cambio en mi cuerpo,abre puertas jamás tocadas antes, cómo
puertas como la de reconocer que algún día seré mamá.
Reconocer que algún día para ser mamá, tendré que conocer un amor.
Y de la mano de eso. Pensar que tal vez eso nunca llegue. Porque no me siento lo suficientemente hermosa y si no me gustó yo. Cómo podré gustarle a alguien?
Teniendo 13 años y talla 50 de pantalón. Cómo puedo gustarle a alguien. Si no me gustó yo?
Cómo puedo conquistar si yo misma no me conquiste?
Teniendo una hermana 1 año menor. Con un cuerpo tan hermoso y curvilíneo, con el poder de conquistar a primera vista por cada atributo expuesto sin temor. Que quedaría para mí? Si
todo lo que un hombre puede desear en una mujer. Ella ya lo tiene.
Derrepente yo me convertí en la guardiana de esa belleza. Protegiéndola de cada deseo irresistible que llega a asecharla.
Deseando lo que ella tenía y evitando que los hombres la hostiguen, de repente en algún momento olvide que yo también soy mujer.
Pero Volvi a recordarlo no muchos meses antes de cumplir mis 14.
Hasta que ese hombre paso la puerta de mi casa.
Tan joven y respetuoso.
Pero mi mirada hacia el fue como una hija a su padre. Porque el era con mi madre.
Mi inocencia en ese momento no me hizo caer en cuenta de nada. Hasta que al pasar los meses algo cambio.
Su forma de verme y tratarme, lo demostró.
La distancia con el, se volvió más corta en los tratos. Pero hasta ahora no lo había contado. Ya que es mi secreto mejor guardado.
Cómo le explico a mi madre que siento algo fuera de lo normal hacia su pareja?
No puedo contarlo. Podría lastimarla mucho. No puedo robarle lo que ella tanto quiere.
Cómo podría quitarle su oportunidad de amar de nuevo?
Quién soy yo para quitarselo?
Quién me creo yo, para robarle algo que ella se ganó?
No tengo derecho...
Además.
Cómo podría un chico como el, sentir algo por una nena de 13 años como yo?
No. Definitivamente el ni siquiera piensa algo acerca de mi. Sólo son fantasías mias.
Pero ese día llego.
Esa noche, dónde lo supe.
No sólo era yo.
Éramos los dos.
Recostada en el sillón mirando una película con todos mis hermanos..
Estábamos en la casa de los suegros de mi madre. Donde el vivía con sus hijos.
En un momento, el, que estaba sentado a mi lado. Se recostó sobre mi hombro. Eso causo un caos en mi vientre, en mi mente y mi corazón.
Mi primer experiencia en tener un hombre cerca mío.
Los minutos pasaron y el así seguía, recostado en mi hombre. Yo firme y atenta forzosamente mirando la pantalla del televisor, me obligaba a no mostrar en mi rostro todo el caos que ocurría dentro mío.
Hasta que el, volvió a dar otro paso.
Se recostó sobre mi pecho como un bebé y yo sin decir nada solo atiné a hacer lo natural que fue sostenerlo en mis brazos.
Siempre sin dejar de ver el televisor para no explotar por el caos en mi.
Volvieron a pasar los minutos y yo con temor de mirarlo no sabía si el dormía o me miraba.
Hasta que tuve que enterarme que ocurría.
Y lo mire.
En ese momento descubrí que el estuvo mirándome todo ese tiempo que yo estuve mirando el frente.
Fingí naturaleza al ver que me observaba. Y simplemente volví a mirar el televisor.
Pero el, en silencio y despacio, comenzó a acercarse a mi rostro. Al punto que pude
Sentir su aliento mentolado.
Yo no deje de mirar al frente. En ese momento comenze a sentir un remordimiento por lo que estaba ocurriendo.
Sentía su respiración y mi mente empezó a desea podrá su mismo aire.
Desee acercarme y terminar esos pocos centímetros que nos distanciaban. Hasta que lo oí. Esa pregunta termino de helarme.
- Te puedo besar?- pregunto en un susurro..
En ese momento volvió a mi mente la imagen de mi madre y todos esos Momentos que compartimos todos juntos como "familia"... Porque a fin de cuentas el es mi padrastro. En un segundo un pantallazo de todo lo que madre vivió con el, paso por mi mente. Y no tarde en responder.
-No!- lo dije tan urgente y exaltada que yo misma me enfade por cómo lo dije. Ubiera deseado sonar menos violenta.
Despues de mi respuesta el solo apoyo su cabeza en mi obró cómo señal de fracaso. Pude sentir en ese gesto, cuando deseaba besarme de verdad.
Ese ubiera sido el primer beso de mi vida.
Y lo rechaze, cuando pude tenerlo.
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