/0/16156/coverorgin.jpg?v=e0d3c5a57447e20a1a33e73672cc3158&imageMogr2/format/webp)
Zoé Rivers sostenía el acta de registro matrimonial con ambas manos, como si el simple hecho de tocarla pudiera volver real lo que aún no lograba procesar. Estaba sola en la habitación que le habían asignado dentro de la imponente mansión Lane. Silencio absoluto, como si la misma casa respirara con contención.
No había flores, ni aplausos, ni invitados. No hubo música. Tampoco hubo un beso al final de un altar.
Y mucho menos, hubo un novio.
Miró a su alrededor: muebles antiguos de roble, alfombras persas, un espejo que no se atrevía a enfrentar y un vestido blanco que ya no tenía sentido. Sin pensar más, comenzó a desabotonárselo. ¿Por qué lo usé? se preguntó, molesta. No hubo fiesta. No hubo nadie esperándola en el altar ni sonrisas que la calmaran. Solo una firma. Solo un apellido nuevo.
Deslizó la tela blanca hasta que cayó a sus pies. Se envolvió en una toalla de felpa blanca y caminó hacia el baño. El vapor aún flotaba en el aire; el agua caliente había sido la única bienvenida decente que recibió en aquella mansión.
Fue entonces, mientras el sonido del agua aún goteaba en la tina, que escuchó el chirrido de la puerta abrirse.
Se giró lentamente, con la toalla bien ajustada a su pecho.
Y lo vio.
Sentado en una silla de ruedas, con gafas oscuras cubriéndole los ojos, estaba Eduard Lane. Su esposo. El hombre con quien se había casado solo por deber. Su primera vez viéndolo en persona, aunque lo había estudiado mil veces en una fotografía poco favorecedora.
Pero esto... esto era diferente.
La realidad superaba toda imagen.
Su rostro era anguloso, casi esculpido con precisión. Cejas densas, piel clara, mandíbula firme. Su nariz recta le daba un aire regio, mientras que su postura erguida, pese a la silla de ruedas, revelaba una dignidad que no se doblegaba. Incluso ciego, había algo en él que imponía.
Zoé tragó saliva.
Él no dijo nada. Solo la miraba -o le dirigía la mirada- como si supiera exactamente dónde estaba ella.
El silencio entre ambos se alargó, pesado, tenso, cargado de cosas no dichas.
Zoé apretó más la toalla contra su cuerpo. Respiró hondo.
Y entonces, habló con una mezcla de ironía y torpeza que no pudo evitar.
-Bueno... ¿debería quitarme la ropa e irme a la cama primero? ¿O debo ayudarte a quitarte la tuya antes?
Eduard no respondió de inmediato. Pero una sonrisa apenas perceptible se dibujó en sus labios, como si no estuviera tan ciego a todo como parecía.
Todos hablaban de él como si fuera una sentencia.
Eduard Lane, el heredero maldito.
Desde pequeña, Zoé había oído rumores en susurros, relatos adornados por el miedo y el misterio. Decían que había nacido con una sombra a sus espaldas, que todo lo que tocaba acababa roto... o muerto.
A los nueve años, perdió a sus padres en un accidente de avión que él no debía tomar.
A los trece, su hermana mayor se lanzó por el balcón de la mansión, sin explicación alguna.
Y ya como adulto... tres prometidas. Tres mujeres con futuro, belleza y promesas. Las tres, fallecidas. Una por enfermedad súbita, otra por un accidente de tránsito absurdo, la última... simplemente no despertó.
El apellido Lane pesaba como una lápida.
/0/20978/coverorgin.jpg?v=d08a57f6da8407dbcdeef032afd6dd17&imageMogr2/format/webp)
/0/13808/coverorgin.jpg?v=275d77534390ce323c4200ec188c9dc8&imageMogr2/format/webp)
/0/10852/coverorgin.jpg?v=729252503266c7353642ef9ff6eec6e9&imageMogr2/format/webp)
/0/6171/coverorgin.jpg?v=2f54a6bc5f2ee1afbbfdfb2b39c2e86b&imageMogr2/format/webp)
/0/2018/coverorgin.jpg?v=d229cd043c92a5985c231832d5a90f0d&imageMogr2/format/webp)
/0/16587/coverorgin.jpg?v=20250729105859&imageMogr2/format/webp)
/0/9298/coverorgin.jpg?v=dbdc56fb55538d9cce0775ea8a9da87b&imageMogr2/format/webp)
/0/16475/coverorgin.jpg?v=1694dba2a379fa1cc8e4d0f14147abf8&imageMogr2/format/webp)
/0/6464/coverorgin.jpg?v=52e1787c24c92c61e979f2a973523fbe&imageMogr2/format/webp)
/0/13707/coverorgin.jpg?v=07d99ff121584ee618ba11320f47337f&imageMogr2/format/webp)
/0/7892/coverorgin.jpg?v=4b85e7dafc5b44001302a9f04230bd69&imageMogr2/format/webp)
/0/3483/coverorgin.jpg?v=2c1632519a59fb69e44c6b3f1bd9eba3&imageMogr2/format/webp)
/0/11776/coverorgin.jpg?v=d120edfc595220e29f599bab7a546f88&imageMogr2/format/webp)
/0/20853/coverorgin.jpg?v=644d748a9db1c78f292dc8e6f35fbb62&imageMogr2/format/webp)
/0/5444/coverorgin.jpg?v=7f259981687d56d34a18c83957bd47e3&imageMogr2/format/webp)
/0/9448/coverorgin.jpg?v=6d26d26857e42467b719d667ca8d20e3&imageMogr2/format/webp)
/0/13355/coverorgin.jpg?v=5e1a7d333e3176ff91f197f0363f239b&imageMogr2/format/webp)
/0/11547/coverorgin.jpg?v=846c69a15217e0c458be080c822e35f9&imageMogr2/format/webp)