Rechazando al Alfa
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, a un mes de
l
igirme al entrenamiento con los Beta y Gamma de la Manada Eclipse. Es extraño lo mucho que Alfa Bernal y Luna Julia han invertido en una do
o; ningún otro Omega tiene la suerte de recibir ese tipo de entrenamiento individual. Tengo una habitación preciosa en la que se gastaron miles de dól
una bañera grande con patas de garra y un pequeño sauna también en el cuarto de baño. Junto al cuarto de baño había un vesti
de mi colegio o que la Luna dijera que no. Ella y el Alfa nunca me han negado nada
que sus padres me trajeron a casa. Su comportamiento controlador hacia mí empezó de a poco. Primero, no me dejaba acercarme ni a
nar con Beta, Gamma, Luna y, de vez en cuando, con el Alfa en el gimnasio privado insonorizado que habían construido para mí
aba antes de que le dijera una palabra, y no tengo ni idea de por qué. Pero nadie irá contra él ni contra su lobo Blaze. Julián no
ía: tengo notas excelentes, sé codificar y ahorro cada céntimo que gano. He creado un pequeño nido para escapar de este lu
mi último día de este verano. Julián ha estado fuera en el entrenamiento de Alfa durante todas las vacaciones y nunca había
de mí misma intentando hacer más fácil la adaptación de Julián a mi presencia aquí, pe
i nueva determinación a mi gimnasio privado para descargar m
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avent que me he traído de la encimera y salir de la habitación. Atravieso la puerta batiente y entro en el comedor que conduce al salón principal. A
halando la limpieza del aire fresco que me rodea y dando gracias por ello. Mis botas rozan el pavimento del camino de entrad
ar que poco a poco se ha convertido en mi favorito durante el verano. Con la marcha de Julián, me he sentido lo bastante segura como para aventurarme a volver después de
jaros posados en lo alto de los árboles o del correteo de las ardillas entre las ramas
LASHBACK
spués de la ll
nal determinaron que ya había tenido tiempo suficiente para adaptarme, y por fin había llegado el momento de ver la ciudad y conocer a otros niños de
enos tenía eso a mí favor hasta que Luna Julia me enseñara el pueblo. La diosa ayudó a la mujer, pero me llevó hasta Ju
ntentar no mirar a Julián, sabiendo todo el odio que tenia por dentro hacia mi. Hasta que no nos alejamos, no pude respirar.
éfono que te dimos. Una vez que te unas a la manada, también podrás vincular mentalmente a todos los demás". Me rodea con los brazos; siendo alta p
endero en el bosque al final del camino de entrada y me muero por explorarlo. No pierdo el tiempo y me apresuro a bajar por e
mpo del verde más vibrante que jamás había visto. Un pigmento que sólo podía encontrarse en la tierra sana. Pequeñas fl
ndero. Como no quiero que me descubran, busco un árbol con una rama baja y me subo, rozando con la piel la áspera corteza. Una ve
al que Luna Julia presentó como Eduardo,
er mona", Julián no dice nada mientras pasan bajo el árbol, deteniéndose para levantar la nariz al aire y olfatear, buscando su origen. M
mona es? Imagínate lo buena que estará cuando sea mayor". Continúa, sin prestar atención a la mirada mortal de Julián. Eduardo está a punto de decir
alta de oxígeno. "No se acerquen NUNCA a Alba", dice Julián, con los ojos negros y vacíos. "No hablen con ella; no es suya para conquistarla. Si veo a alguno de u
í" de sus labios antes de dejarlo caer al suelo. Los mismos ojos negros centrados en Eduardo hace u
ra a ayudar a Eduardo, que tose, a levantarse antes de seguir a su Alfa. No me muevo, congelada e
N FLASHBA