Solitario millonario busca familia
ués, Marco ya no podía mentirse
bían dicho lo mismo: comer alimentos nutritivos, seguir un programa de ejercicios que no fuera demasiado extenuant
fue lo sufici
s que perfecto en su vida. ¿Cómo podía
espuesta. No había elección. Esta enfermedad estaba en su cuerpo. Ya lo es
ta de la cama,
para mirar ha
bes que no lo
ntengas activo, recibas mucha luz solar y ma
o de lado, alejándose
despedirt
odr
e acuerd
usted lo sabe. Alguien tiene que sacarte de esta cama. También podrías b
no es así como me g
daciones dietéticas que los médicos le habían dado a Marco. Todas las comidas desde el
r el whisky y los puros. Tampoco era algo a lo que se entregaba tan a menudo, había sentido que era más i
diciéndole lo bueno que era caminar, que en realidad no era diferente, pero Marco lo sabía m
ica
ner todo su esfuerzo en todo lo que hacía. Así fue como hizo su fortuna desarrollando su imperio tecnológico de fitness. Así había corri
unciar a su
e una cueva. Había estado acostado en la cama durante tanto tie
í ti
my cálid
rte el desayuno
e estaba preguntando si era seguro irse o si simplemente Marco volvería a acostarse.
o tenía intención de volver a aco
nóstico, pero eso no significaba q
no había cura para Barks-Howard hoy, pero si seguía las instrucciones de su médico,
ser tratado por alguien que no estaba viendo el primer caso de Barks-Howard que habían encontrado en su car
uchar. Ese nunca ha
o, estaba bien. Tendría que estar bien. Lo importante era que esta enfermedad no iba a vencer a Marco Bo
llevaba puestos en un charco en el suelo de la habitación. Ya estaba avergonzado de
tendría que
ante. Pero Marco no iba a echarse atrás en una pelea. Para cuando todo esto te