Amor en números rojos

bicado en uno de los edificios más lujosos de la ciudad. Ella jamás había entrado, así que el nerviosismo se hizo present

a decoración opulenta y elegante, la cual contras

nte para ella y le mostró una colección de vestidos de alta

la situación, pero trató de mantene

los vestidos-. Quiero que te veas especta

un poco incómoda al ver la institutriz de etiqueta que estaba allí para aconsejarla sobre cómo comportars

-preguntó Ava,

. Ella te enseñará todo lo que necesitas saber sobre etiqueta y modales.

estaba sucediendo. No estaba segura de cómo iba a adaptarse a este nuevo estilo de vida,

aminar, hablar y comportarse en público. Le enseñó a comer

instrucciones lo mejor que pudo, pero a

que ella era inteligente y tenía mucho potencial, pero necesitaba pulir sus habilidad

, Ava -dijo Daniel después de q

espondió Ava, sonr

e presentes al mundo empresarial y para que vean que eres mi prometida. Pero también necesito qu

ión de Daniel, pero sabía que era important

con determinación. Daniel sonrió y la abrazó

y modales en su nuevo mundo de lujo y glamour. A pesar de algunas dificult

las sugerencias de la señorita Franklin y pensó mu

tido de noche rojo intenso. Este era largo

s de imitación y las mangas largas y transparentes e

extiende hacia el piso, con una gran abertura en el co

las miradas de Daniel sobre ella, pero al mismo tiemp

ientras la tomaba de la mano y la acerc

empo. Ella permitió que Daniel la besara y acariciara, aun

a la cena -dijo Ava, tratan

ás a ella. Ava se dejó llevar a cabo un poco más, tratando de disfrutar

ella, sintiendo el nerviosi

apartamento. El ambiente era romántico, con la ilumina

na de negocios, pero también emocionada

al restaurante acompañado de Ava, s

ición de su ex novia, Karen Hastings. Sabía que ella no se daría por vencida fácilmente y trataría de re

como su prometida. Todos ellos la felicitaron y le preguntaron sobre su compro

niel. Él se puso un poco tenso y saludó con educación a la mujer. Ava notó la

a, pero la función debía seguir, no podía perder el contro