MALVADO, Senõr Bragança
e
a
a otros años, pero yo era ingenuoy estoy pagando por mi error. Los ojos ávidos de mis compañeros recorren la habitación hacia mí, están siendo sutiles, cuid
har cada pe
o que ser gorda ya era suficientemente malo, que tenía que cooperar o la gente tendría motivos para reí
burlonas. Mantengo la cabeza baja, evitando el contacto directo con
r justo a principios de año, mi experiencia me ha ense
o trago todo
ro pensé que vivir con niños mayores sería mejor para la madurez, dul
cho peor, t
habla, sin molestarse en c
en se
omentario mezquino desencadena una serie de carcajad
ar las lágrimas que se form
y a l
y a l
ando otro estallido de risa de los demás y me congelo en
e junto con el pequeño grupo de seis personas. Es alto y moreno, per
sale de mi boca cuando los iris plateados me miran intimidantemente, para mi sorpres
ica a tu lado pregunta, atra
lado, guiñándome un ojo. Parpadeo varias veces seguida
emenina pregunta, así que miro hacia u
primera que ha intercambiado al
.- su
ndo agradecida, luego sin conte
gunta, mostrando verdadero
ado, esbelto como a mamá le gustaría que fuera el mío. El cabello color miel es largo y le llega casi hasta la mitad
sentarme primero, mi n
la mano para
, aún sin ente
re es Nelly.- dig
r algo, pero su atención se dirige hacia la entra
me quedo sin aliento cuando lo veo, todo con tra
an guapo, sacado directamen
nca, aterciopelada y todos se callan p
ndo claro lo que ya imaginamos, es el nuevo profesor
metal sin mucha formalidad, a pesar de qu
siguiendo el orden alfabético, por turnos cada uno se pr
roto, dejando escapar pe
dos ya s
ro el hombre nos mir
o con las interacciones, la exposición me pone nervioso e insegu
ombre habla, dirigiénd
ga
os, recorriendo sus perfiles y no me sorprende encontrarme con algunas chic
as tenido el placer de conocer.- Sus palabras causan euforia
que me toca a mí, la vergüenza me invade cuando su boca dice mi
lar, siento las manos
ale seca y directa pero todavía pensativ
tán llorand
mo si fueran habitantes de otro planeta, f
ica que comentó sobre mi cabello antes, vuel
hombro, insinuando que no me dejará ir. Miro desesperadamente en su dirección, rogándole que
, señalando en dirección al pequeño grupo en
to que el agua sala
la de nuevo, luciendo genuinamente irritado
s se disipanmetro, aunque mantengo la
nombre, arrastrando elprimera sílaba demasi
a vez más yentoncesme leva
- Pregunta en voz baja,
.- su
r, y regresa a su as
nte será una de mis mejores alumnas, Nelly Álvare
o mientras pro
las de mariposa hacen que mi estóma
e def
odos salgan de la habitación para que yo pueda hacer lo mismo, camino con pasos apr