Esclavo por equivocación
taba a las 3: 00 de la m
ese dí
na era su habitual hora de acostarse a dormir después de llegar de la calle, no de levantarse. Por dios, era un
buenaso d
mañana donde lo pasarían a recoger. No sabía para qué, cuando la
ra doloroso. Deseaba que llegara el otro día. Necesitaba ir de nuevo al mismo bar donde se había emborrachado ya que por culpa de ciert
su vida dependía de él. Tendría que mandar a remodelar su apart
sádica que hacía años no se
sa y sus ojos estaban húmedos de las arcadas que retenía para no escupirla.
y que era lo único que se había mantenido a su lado a lo largo del tiempo. Estaba
un pequeño pero acogedor apartamento que para él era suficiente. Lo que más le gustaba era la te
en lujosos auto negro con las ventanas nevadas se det
el jef
ró no encontró
o est
el chofer antes de arranca
bre. Era el secretario de Victor y su asistente personal, guardaesp
u serían amantes. Una ce
bía aunque Luca tenía más el prototipo de ser
bajo de la tela. Su mirada siempre era fría y Jin temió que si soltaba algún comentario de eso
hacia atrás y cerró los ojos. No había dormido, tenía trabajo, mucho tr
e patearé el culo c
ca lo miró por
a dormir. Era lo más recomendable. Y estaba tan cansado que para cuando su hombro fue
ndo su rostro joven. Al sentir el pequeño golpeteó en sus muslos. Jin abrió los pesados párpados y le tomó unos se
staba en la entrada de lo que parecía una tienda. Su ceño est
ma. Era un rostro hermoso que qui
y al ver que el chico ya estaba despierto lo ag
stó Jin pero el hombre que no lo
caron en los claros del
r la salud de tu cuello y del mío, cuida tu lengua delant
de Victor que ya entraba en la tie
o puede m
o. Perdiendo su paciencia lo soltó y cerró la puerta del a
- res
una voz masculina se escuc
hizo seña a Jinsu
uesta a su palabra por p
le. Me llamas cuando vayas a venir. Esto
retó lo
a calle- le advirtió. Del otro l
o tu consentimiento- su
e a su casa pero las condiciones no lo permitieron. Victor estaba primero que todo. Le pagaba por eso y muy bien. Además sa
de él pero fue escuchado. Este levantó
en su dirección y abrió
donde estaba él junto a u ho
- Victor ordenó y se sentó
iera me presentas al muchacho- el homb
lo miró fríamente y su am
aminó por el pasillo donde había una larga perc
que sea necesario est
e había tomado para leer. Sus ojos recorri
alguien en esas fachas. Ve a cambiar
ue amenazaban con salir de su boca. Era el Presidente de donde trabajaba, necesitaba el dinero
ano lo estrelló con fuerza
- y caminó en dirección a donde se había ido el dueño de la tienda. El cará
ra humillante. Pero de la forma que lo
. Siempre valoro las opiniones de mis lectores y que conste que los