La Luz del Amor
uz
i estamos allí. -Animo mientras la mujer suspira e
o al primer heredero del ducado debido a la pequeña estructura de su cuerpo casi infantil y delgado. El paso del niño está siendo algo doloroso y com
n el parto de la duquesa, limpia la cara de la missus con un paño húmed
dría tener complicaciones graves si no lo quitamos ahora mismo. -
s, soy débil, Luz! No puedo al menos darle un hijo a mi esposo. Ella l
gran salud. Y estoy aquí solo para eso, para ayudarte en el proceso. -Te animo, porque sé q
nte y lo siento con
o como tú también estás teniendo, así que he adquirido un método que no ha f
a mi hijo. -ella consiente y yo me preparo
su enorme vientre con ambas manos
cuerdo? Voy a tomar todo para mí para que no sufra. Solo vas a tene
o ent
y nadie en la escena sino nosotros dos. - V
rpo trabaja
yudar a establecerte en la mejor posición. ¿Estás listo? - e
estuviera echando al niño de mi propio vientre. Es como si realmente estuviera sintiendo el dolor en su lugar,
sacude todo su cuerpo delgado y débil en mis brazos, cuando finalmente escucha el grito estridentemente fuert
llas. - ¡Es un hombre, un heredero, señora Barnes! -la mujer repite de nuevo con ge
ejo ya manchado de sangre. Abro la caja que siempre llevo conmigo para el trabajo y de ahí saco los utensilios que necesito. Después de cortar el cordón umbilical de forma permanente separando madre e hijo, respiro la nariz y la boca del niño con un pequeño aparato (en for
os llorosos unidos al niño en sus br
y felices con la llegada de este niño iluminado. Que Dios siga cuidándote y haciéndote fértil. -Deseo con una sonrisa de felicidad en
pasos agigantados con los ojos completamente llorosos, después de todo, ¿quién lo detendría? ¡E
el nuevo regalo sagrado recibido por la pareja, sigo hasta la cocina de la residencia ducal,
missus. -Quiero dejar solo unas pocas recomendaciones para la alimentación d
tar. - la mayor de ellas pronto la hace dispuest