Mi amor de cuentos
ía tener cincuenta y ocho hora
Desde el vergonzoso momento en que abrí los ojos esa mañana, fui bombard
ejas. Era imposible deshacerse de todos ellos antes de la hora de ba
uy pronto, tendría que vincularme con una mujer que, hasta ese momento, no tenía idea d
donde se realizaba el evento, mis ojos vagaban sin mucho entusiasmo por el
ido con todo el placer del mundo, pero ninguna de ellas se
ta. Si eso sucediera, mis herederos tendría una alta probabilida
ando todas las candidatas. Frustrado, me p
servados para invitados selectos, se podía escuchar claramente una animada discusión. Dos voces femeninas
bargo, tenía un coraje y un espíritu escandalo
tanto coraje me instigó. Era una actitud completamente diferente a lo
lo que sentían, en favor del entor
atreví a acercarme a la habitación para
jer que aparentaba unos cuarenta y algunos años salió indignada, choc
aminé unos pasos más hacia adelante, y fue entonces cuando un go
to volador no identificado, al menos en ese momento, era en realida
rojo, probablemente de vergüenza, una joven colorada se tapó
ncentración estaba lejos de estar ligada al m
jizo, que estaba desesperada frente a m
emás, poseía una rara belleza, su rostro era sumamente delicado y sus
ñor! Fue un accidente, te juro
intiéndome como un idiota por encontrar div
activo se son
ida que me había causado. -Estás sangrando, podría haberte cegado-. Pequeños dedos calloso
ves curvas, modelado por un deslumbrante vestido amarillo bebé. -Me habría privado
ida, se apartó de mí
do-. Yo...- Ella respiró ho
, pero un instinto primario me hizo agarra
onversación que estaba teniendo con esa mujer. Me di cuenta de que estás pasando
ra a cara con la encarnación de la mujer que imaginaba como la progenit
char para persuadirla de participar en el plan orquestado por Ferrari. Pero para m
Quién eres tú? -Su voz tenía un
i y es un gran
más atractiva cuando lo hicieron. Parecía
utilmente teñidos y abiertamente besables. -Así que e
oté l
ella. Una porción
isa sobre lo que quería decir. Finalmente se deci
lea, ¿no?. Se compadece de mí
verdad, pero no lo sabría entonces, después de una
a propuesta que quiero hacerte se debe precisamente a que la considero fuerte. - Deseé que se mostrara la sinceridad de mis pa
en
la situación por la que estaba pasando, la desesperación por salir de ella
es un buen ho
o hacer para pode
o se
nna D
y era igualmente bueno decirlo. - ¡Excelente! Cuando lle
me arrodillé para recoger el za
nna-. Con mi mejor sonrisa y un amistoso as