Tiempos de Venganza - Mi Insignificante Secretaria 2
residencia de verano que ocupaban nos Hamilton, pero tenía que esperar, sus instrucciones habían
sí de crueles eran las intenciones de Alexander Grassman. Y a Víctor
Sabía que la rutina familiar consistía en salir a pasear en las tardes genera
órdenes eran acabar con el viejo primero. Si alguno salía herido o muerto era porque
.......
en su portátil para estar al tanto de los movimientos de las empresas Hamilton, que habí
ero se había despertado apenas su nuer
os niños y todos se sentaron
para hoy, par de tortolitos? -preg
n la mañana a pasear por el malecón contigo y los niños, así
ció un poco el gesto
eguntó dirigiendo la mirada de su nieto que en ese momento le es
mente el pequeño mientras
boca llena, cielo
l sonriente anciano- Y es de mala educació
ó complacido el anciano co
que no tenían el mínimo chance de influir sobre sus hijos por encima del protector abuelo, pero no
al auto que Patrick había rentado para mo
unas ocasiones salían así y el viejo regresaba solo al poco tiempo. Decidió dejar escapar el gas poco a poco hasta al
e recostó y se dispuso a dar una cabezada, no había dormido mucho en los
ocurrencias de los niños, sin embargo, Patrick notaba que su padre se notaba cansado, así
evantó la mirada de las telas que
, Pat
scansar un poco? -le dijo- Cre
dudó un momento a
dormí mucho anoche, así que vamos, cuando re
ación, su padre nunca pedía conversar a men
-indagó Patri
preocupación que se reflejaba en la cara de su hijo- H
ismo tiempo que hacía una seña a R
o que conducía a las exclusivas residencia
un pequeño termo que llevaba consigo, cuando vio que el auto de los Hamilton se estacionaba al f
altas y de varios escalones, porq
a manera de despedida, pero en eso su pequeño nieto, Randall II
lteando a ver a su madre-
ño abrió la puerta, el olor a gas llegó c
-le gritó pero el ni
corrió detrás del niño y logró alcanzarlo antes d
nmigo, p
o, salió corriendo lo más rápido que daban sus piernas. Cuando llegó a la puerta la empujó con un puntapié y salió al porche. En es
a pesar del aturdimiento y la sorpresa, el anciano hizo todo lo posible por
eo a ver al mismo tiempo que Rachel, solo para ver el anciano volando por el aire con su pequeño nieto en brazos.
r las llamas de la explosión y la camisa hecha jirones, la sangre le salía por los oídos y la boca. El niño estaba s