• AMOR Y VENGANZA •
que no se había girado ni un poco. Ella crujía sus d
conociera, sabía que era cuestión de tiempo para que ese hombre comenzara a rec
ado la manera en la que había obtenid
os? -preguntó Sheila c
on molestia. -Estuvimos casados hace poco más de un mes ¿Y no
se sitio, pero aquella mujer se
la chica observando por el rabillo
terminada esa pequeña y amistosa charla
o de Oliver, habían estado casados, es cierto; per
quel que le había declarado abiertament
dos desconocidos que te
ero él está muerto -dijo con una pequ
tras veces. Ella no iba a permitir que ese hombre se salier
Sheila hablar de esa manera; ella era una de las cri
razón de s
fecta» ¿Qué debería haber hecho? En ningún momento se le pasó por la cabeza a ese tar
na vez más en el rostro de Oliver. No podí
lla lo había matad
conclusión de que lo único que ella había hecho para que O
mienzo, y no supo valorar a la
ón a la que la peli
a darle a ese hombre lo que qu
ía costado un día y m
tomar aire no había servido de nada para evitar ver a ese n
sa? ¿Por qué tenía la necesidad de ir detrás
leto descerebrado, uno que estaba a p
cual detuvo su caminar. -Fuiste la que mandó a esos matones
er manteniendo su rostro impasible. Con lentitud s
Querías
Solo se necesita, una palabra de mi boca, para que termines en un callejón com
upió Oliver dejando pasar un
n que te conocí, siempr
a regresado al lado de su pareja falsa, el cual, con una disim
cuentas no había nada qu
rla matado hace po
an con una sonrisa satisfecha. -
uien tan pronto, esa era la razón por la que le gustaría acelerar el pro
ose a lo que fuera que el joven estaba a punto de contestar. -Ambos deseamos un even
que Sheila hallara su voz en el interior de la familia Morgan, de lo contrari
estra boda debe de ser la más grande de la ciudad, al final de cuentas s
teró que una persona después de divorciarse necesitaba legalmente esperar un tiempo para po
estaba dando la validez necesaria a su relación; la estaba
detalles legales concernientes a Sheila se
enino en la mansión -intervino la esposa
n que sus miradas se cruzaron, fue como si ella recibiera una desc
la pelirroja intentando
. Tenemos en donde vivir... de hecho, e
par, ella no estaba de acuerdo en una relación de esa
rina» y su hijastro se casaran, de manera que
a sus ojos significaría que un nuevo heredero podría llegar a l
a creer que su exesposa fuera tan trepadora que se hubiera c
lo más mínimo, en cambio, eso llegaba a significar que el
o e
por la que en tan poco tiempo estaba anunciando su co
cir que ¿Ese hi
tas que habían llegad
or qué no me d
su infidelidad fue descubierta, era el día en que She
en la más grande y dolorosa pesadilla que Sheila l
usiones que estaba olvidando que él er
o a su esencia en el momento en que
más grande -anunció Sheila con una sonrisa victoriosa, al fi
on al patio principal, dónde había una gran piscina. Momento que la amante de