El Arte del Sexo
quien no perdió el tiempo y coló sus dedos dentro del coño d
suavemente entre su coño. Michele se atrevió a introducir un poco más hondo uno de
tanta lujuria y morbo que su polla estaba que explotaba. Las manos de esa castaña
ta lo que te estoy haciendo?
erse... -la oye tragar saliva, pero no dejab
de la cavidad de su coño y empieza hacer movimientos circula
que
inan por besarse de nuevo. Ella no buscaba besarlo, pero ese sujeto tenía algo que la
ganta, seguía masturbándola sin detenerse, y es que no podía dej
as entraba y salía de su coño, y ni hab
labios, pero es que ni ella mism
ntos iban en aumento dentro de su cuerpo provoc
z alta mientras se agarr
stante sintió que las paredes vaginales de ella se contraen, Daviana cier
ando su frente contra su
te detengas
EO no dejo de frotar el coño de Daviana puesto que ella estaba a un pas
poco su voz, lo abrazaba con tanta fuerza que él parecía un salvavidas. De un momento
e cadera, hasta que Michele percibe que su
ro mientras que él no retiraba la mano de su coño... al cabo de unos segundos relam
a como si estuviera te
fluidos de esa castaña hermosa. Sus instintos de animal lo llevan
! -exclama
rcatándose de que lo que había hecho, la tranquilidad que su corazón estaba come
jefe causando gran impresión en el mismo. Ella lo ve pestañear sorprendido mientras
ucho, debo i
él que la pudiera detener, la casta
ue una mujer lo dejaba encendido, él creyó que iban a terminar tenie
o la maldita puerta -. ¿Cómo es que
e a mirar la puerta, se preguntó porque había salido huyendo de esa m
ntalón mojado por los fluid
oportunidades para
por un tiempo largo quizás no era tan mala idea. Daviana podía
.
n, luego del descenso de varios pisos ella se detiene para coger un
la mano libre al centro de su cuerpo,
a de pie, pero las mismas temblaban tanto que creyó que se desvanece
¿Qué mierda hice con mi jefe? ¿Por qué m
ne peor de lo que ya estaba, pestañea varias veces al rememorar
ué carajos es
bajar por el ascensor, corría el riesgo de que él la pu
diota -frota su ci
arse en la misma. Suelta el aliento mientras observa el techo de su apartament
-cierra los ojos con inquietud -. Joder, esto es un pr
cuando estuvo entre los brazos de su jefe. La castaña frunce el ceño al evocar esa mirada t
de ser tan
u coño, como la masturbo, como la hizo alcanzar ese orgasmo. Y es
jefe muy
la llevo a dejarse llevar por él y sus habilidosas manos. Y de solo recordar lo
r, ¡claro que no lo es! Daviana; estúpida, ¡es tu jefe!, el dueño de la em
el cuarto del baño, mira su reflejo en
asa por las manos de su jefe. Tú no eres de esas mujeres, recuerda que conseguiste es
e que lleva una de sus manos hasta su vientre bajo... esa parte que él tocó s
-abre los ojos y se queda
peligro quedo completamente atolondrada, su presencia la descoloco tanto q
hecho cosas que no debieron hacer
uelen follar con sus jefes. Voy a perder mi puesto, y no quiero eso,
mejor posible en su labor para evitar tener problemas y fuera despedida. Llevaba un año pagand
hogan del sufrimiento al pensar en él. Luego limpia sus lágrimas y sabe que todo lo que hace
alir con ningún chico, nadie la había tocado, hasta ese día que a su jefe
a es tener sexo conmigo y luego desecharme como a todas. Además, lo más p
con fu
e él intentaba coger con la secretaria. Como es posible que
sta la regadera p
a...-siente que el agua empieza a calentar y es cuando piensa en al
ue fuese de esos jefes que si su secretaria no accedía a follar terminaba
ión para ese problema, aunque no estaba
Como no vas a saber lo que busca,
ente para darse cuenta que ese hombre era un cazador nato. Y más que confir
ia. Eso era otra cosa, a Connor no le agrado que se quedara con ella,
l jefe era Mic
o es un jodi
.
cual le trae muchos recuerdos que no le agradaron. El CEO cierra la
hasta la puerta de su recámara observa su cama y la verdad es que no le apet
ho y no supo porque, pero piensa en Dav
dremos una interesante con