La hija de mi enemigo
EL
y no pasar la prueba de cálculo. Ese mismo día, la chica me envió un mensaje de agradecimiento lleno de admiración, no sabía en ese momento si debía sentirme elogiada, pero disfruté de su agradecimiento y le respondí, feliz de tener una nueva amiga. Una semana después, el director me suspendió después de
n tus labios se forma una hermosa sonrisa, al final n
ue dijera lo contrario, sabía que era mentira. Ser la esposa del gobernador de Madrid no fue suficiente, nunca lo fue. Sólo tenía que fingir un poco más, podía aguantar hasta los arreglos
los ojos al chico, forzando una sonrisa mientras busco al
uando me doy cuenta de que no hay
modo aquí,
El chico mantiene un brillo malicioso y sugerente en sus ojos, miro su rostro delgado y engreído por unos segundo
en lugar de cepillado. Labios delgados y rosados, siempre listos para pronunciar las pal
un lugar donde podemos h
ía especulaciones sobre nuestra repentina par
que no puedo salir con él a un lugar más íntimo. Se ríe, atrayendo la at
ecido que es hora de arruinar las e
reses inusuales y, francamente... no
ún co
Aparentemente, he tocado su punto débil y no me deja escapar. Se me hace un nudo en la garganta al imaginar el tipo de problemas que podría c
-Me guiña un ojo sugerente, poniendo sus manos en mi cintura, presionando mi piel
e qu
norando la etiqueta
a para marcar su rostro con mi mano cuan
hace que Ricardo mire hacia arriba, quien al analizar la figura
por última vez, trayendo una sensación de exposición a mi cuerpo que está cubierto por un
ntes de que se gire y nos deje. Ricardo disimula su inseguridad
hombre a mi lado me escuche. Se ríe y me
o mejor. -Declara y
si hubiera más
ija del sinador, la heredera más joven de Augusto Leal,
es una mala
et
Pedro detenga el vaso de bebida que sostiene a la mitad,
n, haciendo que mi estómago se tambalee
te voz queda enmascarada por el sonido ambiental.
ucheros, enroscando sus uñas p
y la gente que amo. Deci
versación e
de persona es ella, el amor puede ser ciego, pe
o nada sin terminar allí. - di
quedarme definitivamente y
mana mirando fijamente mi mano derecha que sostiene la bebida de frutas bautizada. S
dando los primeros pasos ante
rando, luego me doy la vuelta y entro en un pasillo, este edificio es una de las adquisicion
l final del pasillo, una puerta entreabierta deja escapar un pequeño hilo de luz y la curiosidad me lleva más cerca, altivo y masculino. voces
e redujeran la sen
ción se hizo rápido y se atropellaron algunos puntos, había muc
n está h
parnos por él, apuesto a que el chico aprendió a no meterse con u