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La Pelirroja de los Perros

La Pelirroja de los Perros

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Capítulo 1 - ¡Esa mujer es un peligro!

Palabras:2833    |    Actualizado en: 23/10/2023

ba la cabeza, donde se le comenzaba a formar una protuberancia- ¡Exijo que la

respiras! - la chica trató de zafarse de quienes la detenían, para que no continuara agrediendo al hombre

de la compostura, no es nec

nos de los dos fornidos hombres que la sostenían. - ¿Por qué no te pones con uno de tu tamaño? ¡Lánzame la piedra a mí, que me puedo defender! ¡Y despué

licía parado entre los dos que se pele

a chica con los ojos brillantes- ¡Gra

jo el oficial ya per

me rompió la cabe

rto eso,

ue sí! ¡Se

qué d

acerlo, cuando el perrito corrió asustado por el golpe, el muy asqueroso le dió un puntapié y le rompió la patita - en la medida que hablaba la furia iba regresando al rostro de la chica y comenzó a fo

rdad eso

no es para tanto, ¡lo que pa

s que porque sea un animal de la calle tienes derecho a malt

me rompió la cabeza con una pi

Señor, si lo desea, puede levantar cargos contra la señorita por agresió

die le dice nada, ¡porque el animalito no puede levantar c

amenazando delante

pero deje las amenazas o tendré que llevármela a la delegación. Y a usted - se volvió a mirar al hombre - Espero que esto le sirva para

- ¡Corre como el cobarde que eres! - esp

que la detenga? - le advi

camino, sobando su

damente donde le mallugaron la piel, tratando de inmovilizarla. Luego, se diri

ió a mirar al agente- Gracias oficial, el perrito y yo le agradecemos mucho - la gente que

ica veterinaria que se encontraba en la call

ado, que ahora venía con su patita enyesada. El hombr

blaba al cacho

s que te va a gustar vivir con nosotros, aunque tienes un collar. Me parece que ya tienes una fa

, que en un tiempo fue lujosa y llamativa, ahora se veía deslucida y vetusta, la pintura bl

so y el manojo inmenso de llaves. Logró por fin entrar y al hacerlo

aban atención y sobre todo, al nuevo chico en el barrio, aquel perrito con la pata enyesada, que venía a sumarse a la familia. La chica se sentó en el porche, rodeada de la jauría. Hacía rato que los dejaría de contar. Todos

r. Vengan conmigo, para darles su comida. Deben estar hambrientos, pero es porque hoy mamá t

r. Arrastró a duras penas, un enorme saco de croquetas para perros y comenzó a servirlas en los platos. Miró la cantidad de platos y se prometió que en algú

más perros a casa, pero tan pronto veía algún perro abandonado, herido, o hambriento, lo tomaba en sus brazos y se lo llevaba con ella. Para algunos consiguió hogares adoptivos, mucha gente la buscaba cuando querían conseguir un cachorro para sus hijos y ella, aunque sufría cada vez que veía partir a uno de sus chicos, les conseguía hogar a muchos, pero era mucho más frecuente la colecta que la entrega y ya su manada se hacía muy difícil de atender. Sus niños, como los llamaba, requerían alimento, aseo, atención médica, medicinas y solo bañarlos a todos con la frecuencia necesaria, le llevaba muchas horas. En ocasiones sentía que cuando terminaba de asear todo, era ella quien requería de alguien que la bañara y acostara, porque estaba rendida. Pero los amaba y muchos

patio, donde estaría esperándola todo lo que lo

escobilla dura y comenzó a reco

xpulsan ¡son un fenómeno de la naturaleza! - les regañaba mientras limpiaba todo el lugar - Ya son niños grandes y bien que pueden colaborar con el oficio - los perros jugueteaban alre

bien, porque voy a ducharme. Si llaman a mi teléfono lo

quitando el suéter que llevaba puesto y al llegar a lo alto de la escalera ya iba en ropa interior. Al entrar a su habitación, tiró la ropa sucia en la cesta y se

conocían su labor y le colaboraban con algunas cosas. Jamás aceptó que le dieran dinero, si alguien le ofrecía ayuda, ella les daba una receta médica, o les pedía que le compraran alimentos. Esterilizar a sus pequeños no era barato, pero era esencial, así que había llegado a un ac

amiliar. Muchas veces pensó en venderla y conseguir algo más pequeño, pero no tendría espacio para sus perros, aunque si lo hiciera podr

que significaron y el dolor que vivió con ellos, no le per

o alejó de su hija. Jamás le dió el cariño que la niña soñaba y cuando finalmente llegó el niño, Alex se sintió más sola que nunca porque mamá y papá solo dedicaban su tiempo al pequeño. Aceptaba que sus padres no le dieran la atenci

ella niña con el cabello del color del fuego, el hombre se sintió estafado. Apenas la miraba, era como si hubieran hecho un pedido por correo y al llegar, el producto no tuviera ningún parecido con lo ordenado. Fue puesta al cuidado de niñeras y apenas si veía a sus padres mientras crecía. El hombre, desilusionado, se dedicó a su empresa y a buscar aventuras. Su madre, se empecinó en conseguir embarazarse nuevamente, creyendo que de esa forma recuperaría a su marido. Varios años pasaron antes de que finalmente lo lograra y cuando nació el pequeño Alberto Andrés III, Alex se vió releg

enso retrato de sus padres, que dominaba el salón principal. Eran una pareja guapa, sin duda. Cualqui

por un grupo de sus "bebés" llegó hasta la

mi cuarto es solo mío, vayan a sus camas- abrió la puerta y vió a l

mites y los respetaban. Jamás se subían a muebles o camas que no fueran los destinados p

on estampados de huellas de perro. Se metió a la cama y encendió su tv, sacó del cajón de la

apagó la tv y se du

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1 Capítulo 1 - ¡Esa mujer es un peligro!2 Capítulo 2 Manuel3 Capítulo 3 No te metas con mis perros4 Capítulo 4 Otra loca por los perros...5 Capítulo 5 Amigos...6 Capítulo 6 No mordemos...a veces.7 Capítulo 7 ¿Un café 8 Capítulo 8 Qué extraña mujer!9 Capítulo 9 Hola Mauricio10 Capítulo 10 Una gran feria11 Capítulo 11 ¿Problema resuelto 12 Capítulo 12 ¿Ella lo sabe 13 Capítulo 13 Un hombre muy agradable14 Capítulo 14 Bonita familia15 Capítulo 15 Recuerdos16 Capítulo 16 En aquella plaza17 Capítulo 17 La protesta18 Capítulo 18 La invitación19 Capítulo 19 ¿Ese Mauricio Villarreal 20 Capítulo 20 Lo inesperado21 Capítulo 21 Una gran sorpresa22 Capítulo 22 La tía Carlota23 Capítulo 23 Enfrentados24 Capítulo 24 Una diosa roja25 Capítulo 25 Cosas están pasando26 Capítulo 26 De camping27 Capítulo 27 La jugada de Isis28 Capítulo 28 Complicaciones a la vista29 Capítulo 29 Bienvenido a casa30 Capítulo 30 Temores31 Capítulo 31 La chica de la fotografía32 Capítulo 32 Sé que dijiste que no, pero...33 Capítulo 33 ¿Me perdonas 34 Capítulo 34 Extrañando35 Capítulo 35 Querida Ariana36 Capítulo 36 Felicidades, papá...37 Capítulo 37 Pensando en cambios38 Capítulo 38 Hay algo que debo decirte39 Capítulo 39 Una extraña fotografía antigüa40 Capítulo 40 Becca41 Capítulo 41 Descubriendo verdades42 Capítulo 42 ¡Soy una mentira!43 Capítulo 43 ¡¿Quién eres tú !44 Capítulo 44 Lágrimas del alma45 Capítulo 45 ¿Te casarías conmigo 46 Capítulo 46 ¿Enloqueciste o qué 47 Capítulo 47 Problemas, problemas, problemas...48 Capítulo 48 Manuel o Mauricio49 Capítulo 49 Puede besar a la novia.50 Capítulo 50 Vamos a encontrar a tu hermano51 Capítulo 51 Una sorpresa para Isis52 Capítulo 52 Nunca estarás sola53 Capítulo 53 El día del video54 Capítulo 54 Yo soy Aurelio55 Capítulo 55 ¿Toda una familia 56 Capítulo 56 El abogado eres tú, no yo.57 Capítulo 57 Traspasando los límites.58 Capítulo 58 ¡Se la llevaron!59 Capítulo 59 El rescate60 Capítulo 60 La más difícil decisión61 Capítulo 61 Huellas de Amor62 Capítulo 62 Un triste adiós63 Capítulo 63 Hermanos64 Capítulo 64 Sanando heridas65 Capítulo 65 Soy la suegra, es lo que hacemos66 Capítulo 66 ¿Qué voy a hacer contigo, Manuel García 67 Capítulo 67 Y...¿si me besas