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La amante de mi jefe

Capítulo 2 Un masaje para el jefe

Palabras:2189    |    Actualizado en: 26/10/2023

n del jefe, y les compartí lo sucedido. Su sorpresa fue evidente cuando mencioné el tema de mi v

iempo en charlas poco productivas. Con el nuevo jefe, debemos segui

beber a un bar, pero tuve que rechazar la oferta, ya que debía quedarme con el señor Walton pa

alquiler de mi modesto apartamento. Agradezco vivir sola; aunque mi abuela reside con mi a

me resulta triste recordar. Por eso, prefiero enfocarme en el

te, lo que indicaba que tenía una carga considerable. Sabía que también debía esforzarme al máximo; soy la que más se esfuerza entre tod

enfrente para no sentir su mirada. La incomodidad de ser obser

la, la fatiga me invadió. Estaba exhausta después de un día agotador, y si me quedaba

e ayudará a mantenerme despierta. ¿Desea

la cafetería -resp

reo que nada se compara con el de aquí. Bueno, en un momento regreso

rprendió, pero salí para cumplir con su orden, p

n. La cafetería suele cerrar tarde, ya que muchos del personal van allí y se quedan charlando. I

ado sucedió debido a mi torpeza. Derramé mi café frío sobre él; mis manos estaban resbalosas por el sudor, au

fé derramado. Él no dijo nada, simplemente observaba lo que hacía. Me puse roja al notar que estaba limpiando sus

a mirada hacia abajo. No podía mirarlo debido a la vergüenza que sentía en ese momento. Él seguía e

bajo -me habló frío. Al parecer, no puede ser amable aunque lo intente, pero tampoco reaccionó de manera negativa. Pensé que lo haría,

como si nada. Otra persona no estaría tan tranquila después de echarle café

es. Eran muchos, pero ya estoy acostumbrada a llevar e

sentía bien después de haber derramado el café sobre él. En mi

miré. Sus ojos azules me penetraron hasta el alma. Tragué en seco y aparté la mirada; no podía soportarlo

mente. En verdad, soy un desastre cuando estoy cerca de algui

lo? -inquirió alzando una ceja,

el escritorio y me puse de pie. Caminé hacia él y me paré

ervios; no sabía que estaría en una situación como esta. Froté suavemente sobre su camisa, haciendo pequeños movimientos suaves pero algo fuertes. A él parecí

e pie y, sin darme cuenta, estaba inclinada, pasando la mano cerca de su pecho. Se sentía duro y bien ejercitado. Cuando me di cuenta, él tenía mi mano agarrada como para que no pasara a otro

disculpas -le dije. Él solo alzó una ceja y me miraba fijamente. Como siempre, algo me molesta de

ser torpe? De esas dos cosas, solo una acertaba, y era la de ser torpe. Sin

masajes, como usted me lo acaba de pedi

odio esa parte de él. Ya sabía que no hay nada perfe

r jefe. Usted es el primero que me pide eso. Y sobre lo distraíd

dijo de manera calmada. Yo asentí y volví a mi asiento. Tengo que tratar de cometer menos e

a era tarde. Tenía mucho sueño y no iba a poder manten

cé. Por fin, puedo volver a mi apartamento y dormir un poco. Mi cuerpo está demasiado cansado. Con el

ton ya se había puesto su saco. Vi su pantalón, y todavía me sentía apenada por derramar el café sobre él. No le di más importancia y me disponía a despedi

uelta y le sonreí, fue la primera vez que lo hice, p

einta minutos de camino -para mí no era nada. La costumbre me hace verlo como a

Puede ser peligroso, más a estas horas -me dijo. Obviamente, no iba a ace

stia. Ahora, si me disculpa, me retiro. Se me puede hacer más tarde -dicho eso, le di la espalda, salí de la oficina, cer

iscos donde suelo comprar mi comida favorita, aunque muchas veces la cierran

e y lo empacaron en una pequeña bolsa. Pagué y salí de la tienda, guardé un poco de dinero de mi

oraban el cielo, siempre corro con mala suerte. Unas nubes grises se estaban juntando, y pequeñas gotas de agua empezaron a caer rozando mi piel,

ente empapada; ni siquiera se me ocurrió llevar un paraguas. Habían anunciado por las noticias so

oda mojada. No se sentía tan mal, pero lo terrible era el frío. Mi comida estaba a salvo,

s truenos, y el cielo se iluminaba con los

separaban unos pasos. Yo no le di importancia y seguí caminando. No estaba apu

se detuvieron, y miré el auto. No podía ver quién estaba adentro, ya

a figura masculina muy alta, por cierto, se puso frente a mí con un paraguas. Lo miré con dificultad, ya q

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1 Capítulo 1 Eduardo Walton Ferrero 2 Capítulo 2 Un masaje para el jefe 3 Capítulo 3 No eres mi tipo 4 Capítulo 4 Un beso y un rechazo 5 Capítulo 5 El jefe te mandó a llamar 6 Capítulo 6 El deseo de mi jefe 7 Capítulo 7 Maximiliano 8 Capítulo 8 Aprovechado 9 Capítulo 9 Amor a primera vista 10 Capítulo 10 Ella viene conmigo 11 Capítulo 11 Un roce de ternura 12 Capítulo 12 El beso deseado 13 Capítulo 13 Eres virgen 14 Capítulo 14 Sé mía por esta noche 15 Capítulo 15 Eres mía cuando yo quiera 16 Capítulo 16 Sé mía para siempre 17 Capítulo 17 Acompañante de cama 18 Capítulo 18 Amor unilateral 19 Capítulo 19 Me gusta tu perfume 20 Capítulo 20 Buena chica 21 Capítulo 21 Una nota 22 Capítulo 22 Conclusiones 23 Capítulo 23 No pienses en él 24 Capítulo 24 Deseo inevitable 25 Capítulo 25 Perfume embriagador 26 Capítulo 26 Eres especial 27 Capítulo 27 Un amigo atrevido 28 Capítulo 28 Posesivo y dominante 29 Capítulo 29 Es más que deseo 30 Capítulo 30 Algo diferente 31 Capítulo 31 Un gran y lujoso regalo 32 Capítulo 32 Nada acabará 33 Capítulo 33 Comportamiento cortante 34 Capítulo 34 Un obstáculo en el amor 35 Capítulo 35 Trato injusto 36 Capítulo 36 Una promesa 37 Capítulo 37 Confesión 38 Capítulo 38 Soy la amante 39 Capítulo 39 Brazos de consuelo 40 Capítulo 40 El jefe ha preguntado por ti 41 Capítulo 41 Hora de frenar la realidad 42 Capítulo 42 Cumpliré mi palabra, pero no mí promesa 43 Capítulo 43 Me amas 44 Capítulo 44 Tormentoso amor 45 Capítulo 45 Apoyo familiar 46 Capítulo 46 La amo 47 Capítulo 47 Mujer venenosa 48 Capítulo 48 Te seguiré a donde vayas 49 Capítulo 49 La madre de Eduardo 50 Capítulo 50 Ella tiene dueño 51 Capítulo 51 No llores 52 Capítulo 52 Te extraño 53 Capítulo 53 Hay otra mujer 54 Capítulo 54 Este amor duele 55 Capítulo 55 Arreglo matrimonial 56 Capítulo 56 Embarazo 57 Capítulo 57 Vas a ser papá 58 Capítulo 58 La indicada 59 Capítulo 59 En mil pedazos 60 Capítulo 60 No serás mi esposa 61 Capítulo 61 Se fue 62 Capítulo 62 Se anula el contrato 63 Capítulo 63 Cásate conmigo 64 Capítulo 64 Epílogo