Ella Es MÃ Mussa
NTR
mogene se sintió avergonzada y horrorizada a p
ndo a sus invitados no era una experiencia que quisiera repetir. Se habÃa hecho ami
conversación con el señor Hargreave bajo la atent
a a recordar sus modales. HabÃa tratado de mostrar un sincero interés por la velada, pero lo cierto era que no sabÃa si asistirÃa a la misma. Ese baile serÃa su primer evento formal tras dejar el luto. ¿Estab
boda de Mina y el señor Everley. Quizá incluso fuera familiar de él. Por mucho que le gustarÃa ign
ra una invitada. A pesar de que sabÃa que la querÃan, su vida no era la misma y no volverÃa a serlo. El contraste entre Wilton Court y la casa d
rÃa el enlace de Philippa, sin imaginar ni por un momento lo que estaba por venir. SuponÃ
ual caos reinante e
a a ese perro lleno de
lodo como el anim
elos al unÃsono antes de precipitarse ha
udo reprimir
cuerda mucho a
nos mal. Estábamos em
más de lo habitual
ré con un corderito huérfano. Asà que fui a Kenil
onadas. -Su tÃa le acarició la cara-. Como eres una jo
o evitarlo. -Se e
imos del señor Everley para la boda. Me atreverÃa a decir que esta noche habrá nuevas presentaciones, querida, asà que ponte tu vestido más e
-Al oÃr mencionar a sus padres, sint
az. Sé que su mayor deseo serÃa que su amada hija encuentre la felicidad y su propio lugar en la vida como hizo tu hermana. Ha llegado el momento d
Venga... ¿me das una sonrisa
taré. -Abrazó a su
a besó en
a. Deprisa, ve
n de brocado con filigranas de hilo de oro. Se puso también los obligatorios guantes blancos, asà como una gargantilla de perlas y diamantes que habÃa pertenecido a su madre. La joya era muy antigua y estaba compuesta por cuatro vueltas
las diferentes danzas y, como solÃan hacer las mujeres, preguntándose quienes podrÃan ser sus parejas de baile. Una vez en el camino de acceso, el resplandor de las farolas encendidas iluminaba los escalones de acceso al patio. Imogene se vio tra
ciados en primer lugar, seguidos por
-La voz del lacayo reso
os ojos se clavaban en ella. Reunió cada mota de
e, se acercó de inmediato, tendiéndo
latado los acontecimientos que te ocurrieron esta mañana y que nos quedamos sorprendido
e una forma muy agradable esta noche. Eres muy amable al elogiarme de esa
espÃritu es extraordinariamente fuerte. -La voz
bre que habÃa permanecido sobre la escalera de Kenilbrooke esa misma mañana, observándola. «Es él»
señor Hargreave -respondió fin
los honores-, le presento a mi amigo, Graham
o una re
Roth
ner algún tipo de parent
e un tÃtulo. Y sus ojos
le se incli
a culparle, ella misma lo estudiaba de la misma forma. Él sonrió un poco, l
o ella con una sonrisa-. Cuénteme, l
ste y me está favoreciend
para susurr
ta mañana mientras car
nrojó y ba
en la escalera. Lo que querÃa decir es ¿cómo sabe que está recuperándose? -
hermoso rubor resultaba delicioso hasta el punto de que sentÃa que se le hacÃa la boca agua, pero cuando ella alzó la
, ¿verdad? Bueno, su Terra ya no cojea, y el corderito que rescató está sano y salvo. ¿Se da
milord. Gracias por i
s de poder contener las palabras-,
ligero destello de sus o
atreverÃa a decir que una conversación en e
para conversar de for
simplemente mirar... e
Sin embargo, no se preocupó; ella habÃa aceptado y eso era
se unieron a ellos. Mina tendió las man
edas disfrutar de la velada después de l
o muy agradable. -Esbozó una sonrisa para la pareja, y Graham se contentó con obse
a realmente era evitar el baile. Animar a nuestra hermana pa
rofundamente agradecida por poder contar con su amistad. -Clavó la mirada en Mina y Jules-. Si me p
Cole -respondió Jules-. S
; somos felices. -Besó de fo
dad. -Jules puso la mano en el hombro de Graham-. Acab
argo, ¿es quien posee el tÃtul
disfruto de una casa más grande y
os ojos en blanco ante la forzada broma de su primo-. ¿Nabos más g
e para dos de los bailes, ya que como bien sabes, no puedo bailar más de tres c
era su propósito, Graham pensó que quizá Jul
me ha pedido el primer bail
ndo, el cuarto y el último están libres, señor Everley. -Imogene resp
interr
á pedido. -Sus ojos se
idido a co
le parece esto? -Jules se
ederme el segundo baile
Mina en el segundo y de la s
pareja con Elle para el otro
odo el mund
ero tampoco se negó. Por ahora era suficiente. La misteriosa
, sin
e le ardÃa la mano cuando tocó su piel. Él la miraba mucho, y ella encontraba gratificante que pe
bello castaño era liso, y caÃa hasta la parte superior de los hombros, aunque lo llevaba recogido en una coleta, siguiendo el viejo estilo, asegurado con una cinta. Era algunos años mayor que ella, poseÃa un aire intelectual que la llevaba a imaginar que era un individuo cultivado. Su aspect
arecedor. El primo de lord Rothvale era un perfecto caballero, pero per
e gustarÃa mucho presentarle a mi hermana, Ellenor
da su amistad aquÃ, en Shelburne, durante las semanas que
ley. Para mà serÃa un pla
cer a otra persona que aprecie
pareció satisfecho de que su hermana hubiera encontrado compañÃa de su misma edad. Las dos estaban disfrutando de u
dado el evidente parecido existente entre ambos, asà que no supu
hermano pequeño. La
una pequeña venia. «Tiene los m
ñorita Byron-Cole? -Él tam
ó a los cua
de la última vez que es
sde hace más de un año - repuso Julian. Su rostr
liar, disfrutamos de la alegrÃa que supon
la cabeza a modo
siento un poco de envidia al verlos juntos esta noche. Es una bendición qu
ó a clavar en ella
que nos reunamos para una ocasión tan feliz. Ha
usted h
casó con el doctor Brancroft. Su marido ejerce la medicina en el nuevo hospital de la localidad. - Imogene percibió la excitación que teñÃa su voz cuando conti
icho W
ord, ¿lo
mi hogar. Gavadon se encuentra situado en el borde más occidental del sur d
o al que habÃa visto por primera vez esa mañana y que le habÃan presentado formalmente por la noche. Cuando la miraba, se sentÃa diferente, notaba un alborozo que provocab
de nuevo cuando se
ganas de vol
o al otro en tranquila armonÃa, pero para su sorp
ntó él sin embargo, rompiendo por fin el
evó la mano a
to... cerca de ella cuando me las pongo. La perdimos hace ocho meses. - Al instante se preg
erdido a nuestra madre, hace poco más de un año. -Permanecieron en silencio un mom
a cuchara y se
no me gusta hablar de mi pérdida, pero me resulta curiosa la sensación liberadora que me produce mantener esta conversación con usted. - Imogene consideró cómo se comportaba él con ella. Era directo, pero n
es y ella hubiera jurado que estaba pensand
ir que me interesa el a
n fascinado, desde que era niño, molestaba de manera constante a mis padres para que me contaran lo que sabÃan sobre los retratos de algunos antepasados
s retratos proporcionan una información esencial. ¿Ha
ivocaba! Es
adre encargó un retrato d
tor era John Opie, y lo terminó justo antes de su muert
, querÃa más. Mucho más. Los pensamientos que se agolpaban en su cabeza eran salvajes, absolutamente inespera
era. Percibió que si no actuaba rápido,
l arte. Me gustarÃa much
. -«Pero yo lo que quiero es un retrato tuyo, Imogene»-. Le haré una pregunta técnica si no le import
ipio para captar nuestros rasgos faciale
en un cua
el dis
r talento, pero puede ayudarse de esa manera con la escala y la proporción. -Graham sonrió y trató de mostrarse calmado cuando lo único que podÃa imaginar era a ella en reposo, apenas cubierta mientras u
arece,
utado anteriormente con Julian Everley. El señor Hargreave era un hombre muy
versación que mantuvo con
cido muy agradable. Ha
lord Rothvale,
Jules, Graham y yo estudiamos juntos en Eton, y ya en
revo a decir que se habrÃa dedicado en exclusiva a actividades artÃsticas si el desti
heredero po
entarias en la Cámara de los Lores... como puede imaginar ha sido un trabajo bastante completo. Su hermano, Colin, es casi cinco años menor. Está también aquà para la boda, pero le queda un año en Cambridge, el Trinity, antes de completar sus estudios. Colin es todo un estudioso, lo suyo son las matemáticas y la ast
es por el lado mate
do lo posible sobre lord Rothvale y su familia. Estaba interesada en él, pero aun asÃ, aquella velada estaba resultando muy diferente a l
othvale se detuvo para devolver a la señora Hargreave a
me concede el honor del
me lo habÃa pedido formalme
ligeramente
disculpas por mi presunc
destrozado si se negaba. Se apiadó de él de inmediato
cusan de ser demasiado solemne, milord, asà que si tengo que ser
le regaló una sonrisa radiante que l
ba esa sonrisa a menudo, por lo que el hecho de que se l
rtamiento que ya se habÃa permitido unas cuantas veces a lo largo
ar la visualización de escenas que le atraÃan y tenÃa vibrantes sueños mientras dormÃa. Esa noche una nue
ones eran honorables, otras no se podÃan mencionar, pero siempre estaban allÃ, contundentes, excitantes y convincen
-Cole estaba
do. Perdido
pensar -soñar- lo único q