Sol De Medianoche... Luna de Plata - Libro l
ATRÁS
gar para poder encontrar a lobo correcto para esto, las dos especies tenías que estar juntas, ya era hora que esas dos especies se
da, porque ellos la veneraban de una manera única, pero estaba tan d
nsada, había visto a cada licántropo desde adultos, jóvenes, niños y ahora los cachorros; ya estaba cansada de ir
como el oro, alta y esbelta, que mientras caminaba pareciera que flotaba. Esa noche la diosa no quería
eña, la niña era preciosa, piel blanca y cabello negro, esta se quedó cautivada con la belleza de esa peque
zoncito noble y lleno de ternura, ell
jando ver no solo un color si no dos hermosos colores en sus ojos, la diosa supo que así sería como se representaría ante ella, la bebé la miraba atenta y está hizo sus ojos de u
zón de todas las bestias. Desde hoy te proclamo reina de todas las manadas del mundo te doy el don de cautivar a los hombre y a las bestias más letales, sufrirás de amor pero aun así amaras a todo lo que camina en este mundo, eres la luz de mi ojos así q
indignada se acercó a él con paso lento- esa cosa se llevó a lo que yo m
e fue dejando una estela de su olor impregnándose en el cuerpo de la pequeña q
ntras le tocaba la mejilla- odio decir que no me enamore perdidamente de ti pequeña,