¡Acepto ser su esposa, jefe!
an
ducidad, no la encontraba por más que lo giré en mis manos, las cuales ya de por si tenían un temblor difícil de no
rebató de las manos.
, el cual sabía dónde estaba. Vertí agua en este, lo moví para asegurarme
jo mi jefe detrás de mí. - En verdad l
resa. De verdad lo había dicho, no fue solo a
iént
iné. Este disconforme se apoyó en s
es pide que esté casado y tener un hogar sólido para darme la custodia de la niña, asistir a unas entrevist
cha diferencia. - empecé a hiperventilar. - Es que... ¡Ay, Dios! necesito aire,
mo método de defensa para no pensar en mis problemas.
. Quería reclamar, pero no podía, aún estáb
ra luego verlo moverse hasta la puerta. - Sé que no quiere, lamento haberla
nda. Solo salió del sitio como to
ivo de mi jefe? Nadie tal vez, yo era la que más sabía de ello, pero era justo por eso
ra evitar que regresaran. Incluso una de ellas se fue con
n ello. Una cosa era ser su asistente, pero su es
Dylan se había encargado de hacerlas cuando mi padre aún vivía con nosotros. Aún no las había enviado a a
n para trabajar. Pensando en la loca idea de mi jefe. No le iba a funcionar, no podría
que atiné a levantarme con rapidez para ponerlo en algún sitio y sacudir los papeles. Eran de la ofici
una copia del acta de defu
enamorada del novio que luego la abandonó al saberla embarazada, huyendo como un cobarde que so
hí para ella. Ella le pidió no buscar a su ex, aunque tu
endo por mantenerla con él. Buscando que no lo separen de ella porque era lo único que tenía de su
s rumores que se decían de él, tenían algo se cierto. Se sentía solo. La niña crecería lejos
e solamente, aunque afecto siempre existió de tantos años, no era sufi
sayuné del mismo modo, incluso cuando saqué las n
egando con jaquecas, resacas y hasta con gripe, pero nunca con las ojeras que tenía en los ojos. Se veía realmente cansado
rio, luego de saludar y que este me respondiera solo con un asentimiento leve, antes
o toda la noche? - cuestioné s
estar pegada a mi pecho todos los dias. - reveló tomando más café. - Por favor, com
o no pude al ve
me de la cita con e
. - res
antes debo ir a la
esente en la reunión de los paisajistas que venían con propuestas para el nu
ue dieron las diez y tuve que ir a
zaba algunos documentos para llevarlos cuando regresara, vi lleg
ó suave, pero siempre con esa dureza. - Dígale q
la cual le m
tos momentos. - me disculpé. - Pero
esta a darle un hogar a la bebé. - movió sus carpetas bajo el brazo. Mient
le había dicho sobre ser nosotros la primera opción pa
boca, pero no dijo nada hasta
? - consultó asombrada.
Y esta cordialmente invitada. - mi estó
nconsciencia, Blanca! Me regañé