Conquistando el mundo
iv
o ritual desde los dieciséis años y hasta la fecha ninguno ha fallado. Espero que jamás dejemos atrás esta costumbre. La única condición que ponen mis hermanos, es que cuan
arme un descanso como modelo, el trabajo que me da de comer. Por lo menos que disfrute de mi familia diez dÃas al año. El r
n que allà podré enamorarme de una maldita vez. No saben
n que levante la vista de la pant
s dÃas
olesta que lo haga. Solo consiento a mis hermanos que me ll
hora te
ue a decir verdad, no le presté mucha atención mientras lo comentaba, me pilló despidiéndome de Sigrún. Se muda
ador y, con pesar, comp
allÃ. Cuando lleguen m
go el ordenador y recojo la maleta a toda prisa. La
co, voy al trabajo
ent
mis hermanos. Antes de despedirme de Hugo procuro
r. En el próximo viaje inten
s de venirse, pero la realidad es que no quiero que me
je a Sofi que irÃa a recogerla y
Llevas muchos años sin verla
pasen veinte años, siempre la reconoceré. Tengo muchas ganas de verla, ten
co años, los mismos que vive en Tenerife. Nos hizo creer a todos que era una persona con principios, nada que ver con la realidad. Es mentiroso, egoÃsta, ma
de residen Abel y Diego. Ambos están sentados en las escaleras de acceso a la espera de mi llegada. Los observo un
el más ligón de los tres. Diego es el mediano, un moreno de ojos café de metro ochenta, no está tan musculado como Abel, pero tampoco se queda atrás. Todas las mujeres opinan lo mismo de D
udo que recibo por parte de los dos es una colleja
mirar a Abel-. He apostado que no serÃas puntual. -Fin
reloj de
asado quince min
l rodeándome el hombro con el brazo-. Estoy harto de perder con el c
bar de enfrente, queremos t
-Diego golpea de forma juguetona mi braz
la cara, sabe que de ese
mpieces con eso, quiero disfrutar con mis
mis cuñadas sentadas a la
l local, me agarra por l
que nosotros. Nunca lo dudes
enos deseo es la
tuación, si ellas supieran que luego se pasan los dÃas añorándolas no se pondrÃan tan pesadas a su parti
da me despedÃa de Hugo en casa de ellos y ahora estoy sentado en las escaleras a la espera de que m
ngo un mensaje suyo. «Oli, lo siento, me ha surgido algo con
ente a su novia una mentira. Desde que ocurrió el incidente con Carla está más amistoso que nunca. Pero la llegada de su
rastro de mi compañero. Me dejo caer en la cama, estoy reventado, no he parado estos dÃas. Entre visitas tu