¡No me volveré a casar contigo!
arar a su hijo, Arnold, para su primer día de escuela. El niño tenía dos años y era un pequeño risueño y enc
Le preparó un plato de avena con leche y frutas, y le sirvió un vaso de jugo de
llevaba un traje azul marino con una camisa blanca y una corbata roj
ca antes había estado en la escuela, y no sabía qué
voy a extrañar mucho, pero sé que t
ueño s
ser muy bueno-pro
cano a su casa. El jardín era pequeño y acogedor, con un patio lleno de jueg
a, una mujer amable y cariñosa. Mientras tanto, su madre se qu
soltera, y Arnold era lo más importante en su vida. Pero también estaba feliz de que
su mente no dejaba de pensar en Arnold. Se preguntaba cómo e
ue el niño estaba muy bien, que se había adaptado rápidamente a la escuela
scuela. Cuando llegó, lo encontró jugando en el patio co
ó-. ¡Me lo he
nrió en r
gro, am
tiempo libre. Luego de haber tomado la decisión de tener a su hijo, su vida cambió pa
.
ertó más temprano ese día, puesto que no solamente tenía que llevar a su hijo
Se maquilló y se peinó cuidadosamente. Querí
ara su hijo. Ashley lo adoraba, y estaba
e fue al trabajo. El viaje en autobús fue largo y abur
legante, ubicado en el centro de la ciudad. Se sintió impresionada al verlo, puesto
pción. La recepcionista le dio una cálid
nía una ventana grande que daba a la ciud
venida con información sobre la empresa y su n
a lista para mostrárselo a su jefe. Quería causar una buena impr
el presidente-le pidió a
to, señor
rchara bien, puesto que el salario era alto y con eso no solamente le pagaría a su amiga
o la mujer, luego de
aci
sonrisa que rápidamente fue borrada al reparar en
visión de tan mal gusto, pero por más que pusiera empeño
ndo como la rabia
r. No solamente había quedado embarazada d
ciones que no podía identificar, pero que a esas alturas simplemente
suponía estaba completamente olvidado. Angelo había sido su primer amor, y el padre de su hijo.
etumbó en la estancia sacándola
tuviese feliz de verla, lo
a trabajar en su empresa?», se preguntó
n mejores amigos que tuviesen el gusto de reencontrarse. Nada más alejado de la reali
broma de mal gusto-
su comentario. Inmediatamente, en el rost
es. Pero yo, al contrario de ti, esto
carpeta que sostenía en su mano. Ya no le importaba romper aquel informe en
os, que fueron extremadamente incómodo. Fue
o-anunció con dignidad, dándos
elo acortó la distan
-le dijo tománd
ro qu
rte sin decirme d
¿Q
información estaba escrita en su hoja de vid
nto con ganas de que la tierra se abrier
a? ¿Qué