El maldito Alpha.
e, acompañado de su hermano y amigos, no les llevo mucho tiempo volver a su hogar, ya q
o menor se burlaba sin poder dar crédito realmente a lo que vio, nunca
í que esa pequeña pateara mi trasero. - dijo recordando el momento donde la
lleguemos a la reserva, ya no falta mucho. - intervino Risto con falsa preocupación, realmente lo que le sucediera a
por más que digas lo contrario, todos te vimos salir de las duchas del se
con quien me plazca y tampoco tengo porque informarte, deberías preocuparte mejor p
ersión a todo. - La risa de los hombres fue int
s el beta provisor
eron al uníson
que podía acabar con Ciro en una batalla, pero el actual Alpha er
seguía desde que habían ingresado al bosque que les pertenecía, corriendo en su forma de lobo a su lado y bajo la protección que brind
espera en la casa, los demás
bien que el aniversario de la desaparición de su pequeña Alpha y única hija mujer de la familia Zorte estaba próximo, solo faltaba una semana, lo que provocaba que su madre se sumiera
mundo entero, a tal punto de ser la envidia de todas las demás manadas, sus Alphas jamás sufrieron por no encontrar a sus lunas, algunos la encontraban en el mismo momento de llegar a la ad
ayores dolor de cabeza es Zulo, un joven de apenas 80, pero su sentido del humor no es nada comparado con el menor de los hombres, Yaman de 50 años, todos inclusive sus padres aparentaban entre 40 y 20 años, hasta ese momento todo estaba en calma y todos eran felices, pero la Luna Zahara, esposa de Maximiliano quería una loba y el Alpha quería complacerla, ese era su deber, procurar la felicidad de la Luna que los guía a todos, por lo que pidiéndole el favor a la diosa logro
ontrar a su pequeña hija, volviéndose un lobo malhumorado y de poca paciencia ya que no solo cargaba con su dolor, sino también con el de su esposa, Zahara la luna de ROSA Y ESPINA, aquella hermosa mujer que una vez guio a su manada con una luz única y hermosa, pasaba los días encerrada, llorando y sufriendo por no saber dónde estaba su pequeña hija, en las noches se la podía encontra
del Alpha se hizo oí
anza a que tuviera noticias de su pequeña hija, que a pesar de que
resulta que ellos lo único que hicieron fue jugar en el club de
a buena madre. - así era como la pobre mujer se cas
ces mujer? - el lobo trato d
u niña de las manos sin que se dé cuenta? - res
an eran como se besaban y se demostraban amor, ahora cada palabra que salía de sus bocas era mal interpretada por alg
an casar cuando este asumiera como Alpha, mientras tanto solo estaban comprometidos, y si bien esto no le molestaba, si sufría por una razón, en la manada de ROSA Y ESPINA las mujeres de los Alphas solo quedaban embarazadas una vez que se casaban, todos lo sabían, todos dependían de eso,
escapar de aquel lugar que una vez fue su hogar, su madre lloraba, mientras su padre miraba las llamas de la chimenea
Ma
rta de sangre, propia y de la joven con la que había luchado, todo q
ar si ese maldito vampiro tuvo algo que ver con el secuestro de tu her
la ciudad. - Ciro se sentía aún más inútil, él era el mayor y futuro Alp
iliano trataba de no dejar salir a su lobo, el animal sufría igual o más que el mismo human
rarme de mi Luna, no lo pude evitar, la oportunidad se presentó y la tomé. - Ciro no pudo evitar sonreír al r
a gran bruja y que ahora había perdido todo su poder por un hechizo que le
le en su voz, mientras sus manos recorrían el cuerpo d
a pelea, la descalifico. - la joven lo miraba como si fuera un loco que acababa de escapar de su cautiverio, mientras los demás le prestaban atención, no podían creer que algui
manos, soy la única mujer de mi familia. -
se levantara, estaba furioso, y luego ella le dijo madre a Alexa, pero esta solo la miro con la clara decepción brill
na hija e hizo un conjuro para concebirme, a cambio entrego su fertilidad, ella no puede tener
- El mayor fingió una falsa pena, este hombre realmente odiaba a la familia de su futura esposa por
- Lara se puso seria por primera vez
nto donde Lara aseguraba que no era su hermana, p
on magia somos capaces de enfrentarlos, ya que nuestros cuerpos son débiles, como
ba y arranco un trozo de la camisa de su hijo Ciro, la llevo a su nariz y al olfatearla s
o Maximiliano al oír a la loba
liano y junto con ella los lobos que estaban vigilando la reserva
¡es la sangr