La novia virgen del rey
a entender nada de lo que sucedía, pero lo cierto era, que sus
cuchar esas palabras se atoró brevemente, pero logró recuperarse
e la de su primo y a esa conclusión llegó, porque la tradición mandaba que, cuando naciera la mujer destinada a ser reina, ese pacto se hacía entre los padres del f
unta le robó la paz por un momento, pero saber la verdad no sería nada fácil ni
llegó a sentir un poco de lástima por ella, pues en su rostro se notaba la confus
ederick de Astor -le dijo
enamoramiento de Henry, pero en todo lo demás, podían decir que era una hija modelo. Realmente, era la mujer perfecta para ofrecerle a un
u hija y discretamente le dio u
n elegido para ella, ¿cómo se supone que lo haría estando Henry
r -pidió su madre
do él asintió, fue para Selene una herida en el pecho
dijo a maner
jó un beso sobre el dorso de esta, en muestra de saludo, pero había una t
Frederick con se
. ¿Qué estaría pensando Henry de ella? ¿La consideraría una mentirosa? ¿Pensaría que lo había engañado a propósito? Cientos de preguntas acudieron a la cabeza de Selene y ella no po
l lugar vacío a su lado derecho, el lugar
ro todavía no era capaz de asumir su destino. ¿Esa era la forma en la que sus padres habían pensa
o el tiempo desde su llegada. Algunos le sonreían y otros la miraban con pesar, haciéndola sentir más miserable de lo que ya era. Sus ojos barrieron ágilmente el lugar e
trompeta la exaltó al punto de apartar la mirada de Henry y enfocarse en sus padres, que son
l, ¡futura reina de Astor! -anun
solo causaba desasosiego en el corazón de la reciente pareja y en el de Henry
ación, pero los susurros y comentarios de los nobles y personajes sobresalientes, llegaba
ier cosa que le quisieran imponer y huir con Henry, pero sabía que eso solo era un sueño, ya que desacatar al rey era ponerse una con
esfuerzo por no dejarse ver tan incómodos o al menos, eso fue lo que pensaron, has
ara definir qué haría con lo que estaba pasando. Sus ojos se fijaron nuevamente
las muchachas a bailar
se movía con gracia y elegancia en la pista de baile, sin duda su difunto esposo y ella, no se habían equivocado en pact
a incomodar a Selene, pese a tener el corazón roto, pero no estaba dispue
a igual medida, pues no era normal que una mujer en el reino rehuyera del rey, pero, por otro lado, esa inocencia y timidez, resultaban ser bastante atractivas. Sin embargo, saber que Regina estaba entre la multitud era algo que lo impacientaba, pue
n sobre un llamativo y extraño broche, que la joven llevaba decorando su vestido, sobre su corazón. No era una pieza común, era muy exclusiva y no cualquiera podía adquirir una, lo que le hizo
elene o viceversa, era poca la atención que le prestaba a su pareja, mientras que la chica se
vitar recorrerlo con la mirada y cuando sus ojos se posaron sobre su pecho, el cuerpo de
lla quedó confundida y observada en la pista, mientras veía al rey alejarse de la forma más rápid